¿Un Lollapalooza-Cerro por María?

Hace unas semanas, OnCuba adelantó la posibilidad de que María Gattorno fuera la nueva directora de la Agencia Cubana de Rock. El rumor, que por deseado merecía ser cierto, expresaba el sentir de los defensores de un género que tanto querían y quieren a María la del Patio, que incluso le dedicaron un concierto homenaje recientemente…

Con tal precedente, no sería descabellado pensar que pronto el Maxim Rock será el escenario de una suerte de Lollapalooza-Cerro en saludo a la noticia de que María asumirá la dirección de la Agencia el próximo primero de enero, después que el cuartel general de los rockeros cubanos sea sometido a una rigurosa auditoría, para descubrir cómo quedó tras el intento de hacerlo rentable a golpe de reguetón.

El bajista Alejandro de la Torre (Dela), uno de los firmantes de la carta pública dirigida al Ministerio de Cultura y el Instituto Cubano de la Música para denunciar la mala gestión de la directora Blanca Recodé, prometió una avalancha de grupos tocando para darle la bienvenida a quien es, sin proponérselo quizás, una leyenda para los frikis cubanos.

El propio Dela divulgó en su página de Facebook que Fernando Rojas, viceministro de Cultura, acudió el jueves en la tarde al Consejo Nacional de Casas de Cultura, donde trabaja actualmente la reticente Gattorno, y al parecer la convenció para que asuma la dirección de una agencia cuyo futuro lucía negro, y no precisamente por alguna onda gótica…

Dela comentó a OnCuba que si Recodé seguía en el cargo, “el Maxim Rock se iba a convertir en el Maxim Reguetón, y los rockeros quedaríamos fuera de circulación”. De hecho, hace apenas dos semanas actuó ahí el grupo Los que Mandan, que por estos días se escuchan con su tema “Hablo poquito español”, que sus valores tendrá, pero nada que ver con el espíritu de un espacio ganado a puro tesón contra los prejuicios.

Y mientras los frikis piensan en serio la idea de armar un concertazo de bienvenida que remueva los cimientos del Maxim, por ahora disfrutan como una victoria el que su grito haya sido escuchado, pero sobre todo, entendido.

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