Nft.FAC: todas las artes cubanas en el universo digital

La plataforma, creada y gestionada por Fábrica de Arte Cubano, busca adentrarse en el mundo del criptoarte para promover el arte cubano.

New York-Habana, primer NFT creado por X Alfonso para recaudar los fondos de lo que será nft.FAC. Foto: Facebook.

En el mundo del arte, son infinitos los caminos a transitar, aunque a veces parezca que “ya todo está inventado”, como dicen algunos. 

Con los nuevos tiempos el campo del arte ha logrado expandirse para la creación más allá del espacio físico, logrando incluso convivir en perfecta armonía con entornos más tradicionales y establecidos.

En ese sentido, los Not Fungible Tokens (NFT) parecen venir a revolucionar el mercado del arte tal como lo conocemos, aunque aún queda mucho camino por recorrer para esta nueva modalidad y plataforma artística que busca insertarse con fuerza en el sector.

Cuba ya viene dando sus primeros pasos en ese sentido, iniciando con el fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini, primero en poner en venta un NFT en el mercado, una práctica que llega a Cuba este año en medio de tantos aprietos que ha causado el coronavirus; no solo en la economía y la salud: también en el mundo del arte.

Bianchini: Un artista cubano en el mundo del criptoarte

Fábrica de Arte Cubano (FAC), uno de los espacios de constante innovación en materia artística gracias al eficaz liderazgo de X Alfonso y su equipo, busca con nft.FAC, crear una plataforma para insertar a jóvenes artistas en el mundo de los NFTs, aprovechando el talento existente en la Isla en el arte digital, y para dar un poco de movimiento al mercado artístico cubano, que mucho lo necesita.

Al respecto, Rosemary Rodríguez Cruz, una de las curadoras del proyecto, comentó a OnCuba que “la plataforma nft.FAC es consecuencia del intento constante de FAC de tomarle el pulso al arte cubano y poner a dialogar a artistas de todas las manifestaciones, y de varias generaciones, en un mismo lugar; así nos sumamos a este camino bastante novedoso e innovador que posibilita la mega-visualización del arte”.

Por lo cual “apostamos por esta renovadora oportunidad de mostrar —de manera digital— a los artistas cubanos que trabajan hoy en día en Cuba y que, durante varios meses de confinamiento, han estado sumidos casi al 100 % en sus creaciones, pero sin exposiciones ni presentaciones y que encuentran en estas plataformas el camino para llegar, de manera inmediata, a un número mayor de receptores, consumidores y posibles coleccionistas”.

Para comenzar a dar forma a esta iniciativa, el propio X Alfonso sacará al mercado un total de cinco obras (dos ya publicadas), cuyos fondos servirán para financiar la gestión en un inicio, “pagar los impuestos que cobran a los artistas cuando se suben las obras a estas plataformas. Está pensado para los artistas que no tienen esta posibilidad, ya sea por dinero, conexión o falta de recursos. Este sería el sentido de la nft.FAC”, según cuenta X a OnCuba.

La primera pieza en exhibirse fue New York – Habana, “una foto digital de alta resolución de 30315 × 10059 píxeles. Son dos fotos de las dos ciudades tomadas en distintos momentos: una en New York —desde Brooklyn hacia Manhattan— y otra tomada desde El Castillo del Morro a la vista única de La Habana, unidas por edición digital, trabajadas en video con música original, convirtiéndose en un NFT de 4:30 [minutos]. Se trata de dos ciudades que tienen muchos lazos,  desde la música, el arte hasta su gente, separadas por ideologías y unidas por la nostalgia”, precisa el también músico y realizador audiovisual.

En un primer momento, “están desde ahora vinculadas a la plataforma las curadoras de nuestras galerías, y como asesor principal, Gabriel Guerra Bianchini; a medida que la plataforma vaya madurando y ampliándose pensamos vincularla a más especialistas del arte cubano”, nos dice Sandra Lopes, directora de comunicación de FAC.

Si bien esta primera convocatoria se circunscribe solo a artistas cubanos sin límites de edad, “para nada nos cerraremos a la posibilidad de algún día expandir esta plataforma a artistas residentes en el exterior; nuestro objetivo inmediato será apoyar a los artistas cubanos, lo que sí queremos —como centro cultural de referencia— es que otros centros culturales y agentes culturales nos sigan el paso y puedan hacer lo mismo en sus países”, añade la especialista.

Una gran ventaja, —comenta Rosemary Rodríguez— “es la mayor presencia de los artistas que históricamente han trabajado el arte digital y que solo tenían escasos momentos de presencia en salones de arte digital, en el salón de arte contemporáneo, o en determinadas y puntuales exposiciones; y que tienen ahora el lugar oportuno y constante para presentar su arte”.

Espacio físico o virtual, ¿por qué escoger?

Muchas son las ventajas que traen consigo, desde el punto de vista artístico, las obras creadas dentro del arte digital. “Creo que las ventajas, sobre todo, se inclinan hacia el tema de la visualización y promoción del arte. Esto, aunque parece ciencia ficción para muchos, es un mecanismo más dentro de la propia Historia del Arte, en el que poco a poco entrarán la mayoría de los creadores, pero como todo tema novedoso requiere no temerle, estudiarlo, entenderlo y luego ganar experiencia”, precisa Rosemary, licenciada en Historia del Arte.

“Los Nfts —explica— fomentarán nuevos grupos de creación transdisciplinaria que, en el caso cubano, darán unos resultados increíbles. Me puedo imaginar cuando se unan para crear un archivo: coreógrafos, bailarines, diseñadores, músicos, artistas visuales… ¡ufff, eso será un bombazo! A su vez, los market places y plataformas ya legitimadas posibilitan el diálogo entre artistas de cualquier rincón del planeta y el surgimiento de muchísimos proyectos futuros”.

“Alone”, segundo NFT creado por X Alfonso. Foto: fragmento de la obra

“La convocatoria está abierta a los artistas que, por diversos motivos, o por medios propios, no han podido acceder a estas plataformas. Hace rato que la originalidad (como novedad) quedó borrada como premisa, por lo que buscamos artistas cuyas creaciones provoquen sensaciones, interrogantes, cuestionamientos, búsquedas”, afirma Rodríguez Cruz.

Por supuesto, la existencia de estos espacios no implica en lo absoluto una desaparición o desarraigo a la obra de arte tangible en un espacio físico; ni es el propósito de los NFT. “Para nosotros (como FAC) para nada suponen [los NFTs] la muerte de la obra de arte en el espacio físico; simplemente buscamos siempre estar a la vanguardia de todas las artes y creemos que todos los artistas cubanos deberían tener la posibilidad de acceder a esta nueva rama del arte visual y crecer, sin que ninguna limitación de otra índole se los impida”, explica Lopes, a cargo de la comunicación del espacio y otra de las artífices de la plataforma.

Por su parte, Rosemary apunta: “creo que la obra física no morirá, ni los conceptos que respaldan su exhibición en nuestro espacio habitual de FAC. Creo que Nft.FAC es como un hijo de la ‘Fábrica’, del cual nos retroalimentaremos y cuyo manejo siempre estará bajo la premisa de acoger todo el buen arte”.

“Los Nfts —desde sus inicios, y ahora más que nunca— también están fomentando la creación de comunidades y hermandad entre artistas, curadores, coleccionistas, ya sea en redes sociales, grupos, en aplicaciones donde todos comparten sus experiencias y aconsejan a los que se inician. Si las redes sociales son parte indisoluble de la promoción de muchos creadores, ahora estas plataformas de comunión de Nfts, llegan a coronar y nuclear la promoción, a nivel macro”, comenta la especialista en Arte.

Esa será sin dudas una de los beneficios de nft.FAC: establecer puntos de contacto y vínculos entre artistas de todas las manifestaciones, siguiendo el espíritu y la premisa por la cual se creó la Fábrica de Arte Cubano, mientras que, por otra parte, permitirá un poco más de democracia y autonomía a los artistas en el complejo mercado del arte, un área en la cual queda mucho campo por explorar aún.

Al respecto, Alfonso afirma que “es una nueva forma de visualizar artistas cubanos en un mercado prácticamente nuevo y futurista, una vía más rápida de llegar a los coleccionistas o a las personas que gustan del arte digital, también porque se mueve en el mundo de la criptomoneda, también llamada moneda virtual o criptodivisa, dinero digital”.

Esta nueva economía viene calando con fuerza en el país, más en estos tiempos de incertidumbre a causa de la pandemia de la COVID-19 y, en el caso de las NFTs, “rompe las reglas de lo convencional y, para evitar cualquier prohibición, la iniciativa de FAC de abrir esta plataforma también se debe en parte a la situación real que se está viviendo en nuestro país [Cuba] y a nivel mundial por causa de la pandemia, y porque hay que estar con los tiempos y adaptarse a los cambios que ofrezca la tecnología”, precisa el artista.

“Otra ganancia —al decir de Rosemary— es que “el proceso de generar un NFT otorga seguridad permanente sobre la autenticidad de la obra, tanto para el artista como para el posible comprador”, mientras que en tema de ventas, mercado y divulgación, “esta vía de comercialización muestra de forma transparente los precios de las obras, los resultados de las subastas e incluso “el usuario o nombre del comprador”.

Y esclarece: “Como ganancia también está la inclusión de coleccionistas o personas que nunca suelen adquirir una obra bidimensional y tangible y que, por deseo, por moda o por presunción, se aventuran a la comercialización. Lo genial —aunque utópico— sería que el mercado de arte, ya sea el tradicional o esta nueva forma, tuviera cabida en el marco de lo nacional también”.

En suma: mucho que ganar y casi nada que perder con esta iniciativa. “Primero (ganaríamos) en la visualización y promoción del artista al entrar a un mercado mundial con miles de artistas de todas las nacionalidades: otra forma de ganarse la vida vendiendo su arte y a la vez estar dentro de una plataforma en la que puedes sumar seguidores y estar en contacto con otros creadores”, explica Alfonso.

La reproducción infinita quiere darse su lugar

Esta especie de ventana traerá, además, más transparencia en el aspecto de los precios y cotizaciones del arte en este mundo digital. “El mercado tradicional no ofrece públicamente —a no ser en subastas históricamente legitimadas— los montos de las ventas, ni los precios de reserva de las obras”, expone Rosemary.

Por su parte, Sandra Lopes declara que “FAC siempre se ha caracterizado por ser como un ser vivo, siempre mutando, adaptándose, por lo que esta será una rama que responde a nuestra esencia: ‘Todas las Artes en un mismo Espacio’ solo que, en este caso, viajaremos hacia un espacio virtual”, que no es lo mismo pero (al parecer) será igual.

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