La pasada edición del Festival Internacional de Teatro de La Habana (FTH) trajo alrededor de 50 piezas a la capital cubana entre propuestas cubanas e internacionales, una muestra demasiado extensa que más allá de ser incluyente, sobrecargaba el programa al restar protagonismo a obras de mayor valor artístico.
Este 2019 se ha previsto una selección mucho más compacta para la muestra nacional, la cual reduce drásticamente las propuestas (de 34 a 16), mientras que se mantienen en 14 el número de invitados foráneos en el FTH, igual cifra que par de años atrás, para un total de 30 puestas en escena.
Del 19 y hasta el 27 de octubre se abrirán las puertas de 16 salas de teatro de La Habana, para rendir homenaje a Vicente Revuelta a 90 años de su natalicio y al medio milenio de la fundación de la ciudad. Agrupaciones consagradas y noveles presentarán piezas de autores alemanes, españoles, polacos, cubanos y latinoamericanos, con piezas de gran aceptación del público y reconocimiento de la crítica especializada.
No serán muchos los estrenos que se verán en la capital cubana, pues parte de las obras ya se incluyeron en las carteleras de las principales salas del país desde el pasado año y lo que va del actual, mientras que algunos reestrenos son muy esperados por el público. Dentro de las piezas extranjeras destacan otras maneras de asumir el teatro a través de novedosas técnicas y métodos, acorde al lema que presenta esta edición del evento: Concepto, Técnica, Dirección.
OnCuba propone un grupo de piezas de compañías nacionales y extranjeras que no puedes perderte en el 18 Festival Internacional de Teatro de La Habana, que en esta ocasión busca una concentración de la calidad en las obras, algo que el espectador siempre agradece.
Muestra Internacional
Los Internacionales Teatro Ensemble, Argentina (Eléctrico Marx): Carlos Marx revive en Buenos Aires 200 años después de su muerte, en una sociedad totalmente diferente a lo que esperaba donde dialoga con los jóvenes acerca de conceptos actuales, buscando entender cuánto ha avanzado o retrocedido la sociedad moderna.
Una propuesta hilarante que demuestra el carácter político que muchas veces asume el teatro de la región, tendencia que marca el quehacer de directores como Manuel Santos Iñurrieta, quien asume además el guión y el protagónico de la puesta en escena.
Grupo Tinglado, México (La repugnante historia de Clotario Demoniax): Esta obra de teatro familiar, donde títeres y actores se mezclan para contar el texto de Hugo Iriart, donde el tema central es la malicia de Clotario, quien es capaz de realizar cualquier acción con tal de enamorar a la bella Marcelina.
En su afán, este hombre se enfrenta a Isidoro Moscón, un mago del pueblo con quien entablará una fuerte lucha por Marcelina, quien también hace de las suyas en esta aventura, donde los actores y personajes intercambian formatos en una obra de gran dinamismo escénico que otorga una visión diferente al espectáculo de títeres habitual . Apto para todas las edades.
Teatro Guloya, República Dominicana (La vida es sueño): Bien conocida es la obra del español Calderón de la Barca, ahora llevada a escena por el grupo Dominicano Teatro Guloya, con más de 25 años de trayectoria.
Claudio Rivera asume el rol de Basilio además de la dirección de la puesta, que mezcla el lenguaje barroco de la narración original, con presupuestos propios de la nación caribeña, una pieza que celebra la necesidad de llevar una vida digna a plenitud.
Circuito Liquen, Colombia-México-Portugal (TUR, paisaje escénico #1): La propuesta que trae a La Habana el mexicano Saeed Pezeshki, más que una pieza teatral, en su formato clásico, deviene una suerte de performance escénico, un working progress que se enriquece con cada presentación.
Durante poco más de una hora, se crea un diálogo entre el trabajo actoral con elementos de la danza y el audiovisual, donde el intérprete en escena desarrolla una historia familiar, con el propósito final de mostrar un viaje de búsqueda de identidad. Una propuesta diferente y llamativa en especial para aquellos más vinculados con el teatro de manera más profesional.
Berliner Ensemble, Alemania (El círculo de tiza caucasiano): Un lujo para este festival poder contar con la compañía creada por el dramaturgo alemán Bertolt Brecht y su esposa Helene Weigel, una pieza ambientada en la Segunda Guerra Mundial.
Una de las obras más célebres del autor alemán, donde narra la historia de una campesina que rescata a un niño abandonado para comvertirse en una mejor madre, una parábola que juega con el llamado “teatro dentro del teatro”, donde el escritor utiliza recursos de otras culturas para conformar la historia.
Muestra Nacional
Argos Teatro (Misterios y pequeñas piezas): Carlos Celdrán volvió el pasado año a representar en escena otra obra escrita por él, pieza reconocida con el premio Villanueva de la crítica como uno de los mejores espectáculos del país en 2018.
La trama se centra en un director de teatro desequilibrado, quien a través de la protección que le ofrece su psiquiatra y las visitas de tres alumnos en su propia casa, logran desatar sus temores, odios, idolatrías y descubrimientos personales, en un relato que, si bien no llega a ser del todo un recuento autobiográfico, si logra rendir homenaje al gran Vicente Revuelta.
Teatro El Portazo (CCPC 3): Poco que decir de esta trilogía de Pedro Franco, que con su tercera entrega cierra esta saga con un espectáculo que combina el teatro musical, el show de cabaret en una puesta en escena dinámica, de gran aceptación por el público.
“Un show dialéctico”, así cataloga Franco a esta pieza, la cual juega con la sátira y la ironía en sus textos para llevar a un discurso más contemporáneo elementos de la historia de la nación, descontextualizando héroes, sucesos y frases conocidas de la vida cotidiana del cubano.
El Ciervo Encantado (PIB): Uno de los mayores aciertos de la compañía que dirige Nelda Castillo ha sido la incorporación de Yindra Regüeifero, joven actriz que se basta para sostener en el escenario PIB, propuesta de El Ciervo para este Festival.
Un ejercicio teatral desgastante supone esta pieza, donde se retrata la sociedad cubana a través del impacto social que ha tenido el reguetón, más allá de su crecimiento en el gusto musical de millones de cubanos. Un retrato a la Cuba actual es lo que propone en escena la actriz, a partir del montaje de Nelda Castillo; intenso y desgarrador puede resultar esta pieza al público asistente, que se llevará a casa varias reflexiones luego de consumir el producto interno bruto que se brinda en la sede de esta compañía.
Teatro El Público (Las amargas lágrimas de Petra Von Kant): Este ha sido uno de las propuestas más anunciadas previo al inicio del Festival. Una década después, Carlos Díaz rescata a la arrogante diseñadora creada por el alemán Rainer Werner Fassbinder, para mostrarla nuevamente en la Sala Trianón, con un renovado elenco para esta temporada.
La historia de pasiones y desengaños llevada incluso al cine, regresa a la sede de la compañía, uno de los espectáculos más aplaudidos de El Público, cuando 10 años atrás Fernando Echevarría encarnara a Petra, una actuación memorable que pone el listón bien alto para las nuevas generaciones que asumirán este rol, como es el caso del joven actor Emmanuel Galbán Jiménez.
Otras compañías del patio estarán presentando atractivas propuestas: Teatro de la Luna, Teatro de las Estaciones, Impulso Teatro, Teatro Tuyo, entre otros, llegarán con montajes ya vistos con anterioridad que merecen ser disfrutados nuevamente por los espectadores. Resaltar el regreso a La Habana de compañías como Galiano 108 (Elekctra) y Teatro El Puente, que llega con Peer Gynt, original de Henrik Ibsen, readaptado a un monólogo que encarnará Javier Ferrera, actor y director del grupo.
La invitación está hecha a partir del 19 de octubre. Próximamente compartiremos la programación del evento, que promete mucho (y buen) teatro al público habanero, amante del arte de las tablas, un país con gran tradición en este milenario arte. Puede consultar el resto de la cartelera en este enlace y acomodar tu calendario.
