Un portazo teatral en las narices de la realidad

Foto: Henry A. Pérez Mora

Foto: Henry A. Pérez Mora

La peculiar enfermera anuncia una historia sin sentido, aconseja no intentar la comprensión. En tanto, sobre la mesa la sinopsis de la obra guía al espectador sugiriéndole mucho más que vino, psicolabis y cuplé. Tras las coreografías promocionales se presenta un joven soltero, pacifista y revolucionario, procura conmover con su palabra. Le sigue una prostituta que hace investigaciones de economía. Entonces una empieza a entender que el espectáculo tiene más significados de los que imaginaba.

“Yo creo que es un punto de vista muy optimista y singular que obedece de alguna manera a la lectura del contexto de una generación que se perfila con voz propia y a nivel formal con una estética determinada donde interesa una relación política directa con el espectador en esa necesidad del otro no solamente a nivel temático”, explica Pedro Franco, director del grupo matancero El Portazo.

Los jóvenes actores han presentado la obra “The Cuban Coffee by Portazo´s Cooperative (CCPC)” solo en Matanzas y La Habana, pero en el Festival de Teatro el público repleta en cada presentación el Centro Cultural Bertolt Brecht de la capital cubana. Atrae su propuesta de releer y reinterpretar la historia patria, su manera de homenajear, su Moyugba como dicen en los parlamentos, a sucesos, héroes y circunstancias.

Foto: Henry A. Pérez Mora
Foto: Henry A. Pérez Mora

Entre el monólogo sobre la Patria y la piedra venerada, el karaoke azucarero y el transformismo militante se enlazan reinterprertaciones de textos de Brecht, Bukowski, Bonifacio Byrne, Leonor Pérez… con los de jóvenes dramaturgos cubanos e incluso de los propios miembros de la compañía. Se hizo así “a partir de la necesidad que la propia estructura iba imponiendo, íbamos trazando ejes temáticos por bloques y a partir de eso pedíamos autores, sobre todo jóvenes, que escribieran una escena, le dábamos la cantidad de cuartillas –precisa Pedro- y luego lo poníamos en confrontación con el autor y sobre eso escribimos el espectáculo, intentando unir los números, mezclarlos para ver qué sentido producía en el espectador que éramos en principio nosotros mismos porque esto tuvo su estreno el siete de mayo sin ningún ensayo previo con público.”

Este ready-made teatral con la estética del cabaret hubo de caminar mucho en pocos meses. La anfitriona Emiliana y su equipo de meseros despertó interés. Según recuerda el director “en el proceso de trabajo tuvimos que enfrentar muchísimas incomprensiones e interpretaciones de lo que era el espectáculo, tuvimos que dar muchísimas explicaciones pero lo hicimos con mucho gusto porque la intención es dialogar, es decir, lo que hace el espectáculo es exigir un derecho de participación y eso lo hicimos con todos los sectores que se acercaron preguntando qué estábamos haciendo”.

Foto: Henry A. Pérez Mora
Foto: Henry A. Pérez Mora

La emigración como problema, el dilema de solucionar una necesidad y convivir con el dolor de las renuncias conmovió a muchos al final del segundo bloque con el número “El lo que más quiere en la vida es un iphone”. De lo absurdo y sus obstáculos, de lo que no cambió y hace mucho debiera ser diferente hablan quienes sustentan su propuesta teatral en un estudio sobre la inserción de productos artísticos en ambientes consumo para diversificar la cartelera de recreación. “Yo digo con toda claridad que este espectáculo obedece a una investigación económica para estar a tono con el contexto en el que se mueve el país y que necesitamos alianzas, las buscamos, porque estamos empeñados y empecinados en demostrar que las artes escénicas tienen un potencial de desarrollo y prosperidad y no estamos dispuestos a quedarnos rezagados”, concluye Pedro.

Y termina con la música de “Cuba va” la representación de actores que no existen, un conflicto que según ellos tampoco existe, pero cuya obra no sugiere en ninguna forma la inmovilidad ante lo real y sí apuesta por repensar en el significado de lo que llamamos “amor a la Patria”.

Foto: Henry A. Pérez Mora
Foto: Henry A. Pérez Mora

 

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