Una Bacanal de títeres para adultos

Títeres

La II Bacanal del Títere para los Adultos tendrá lugar en el mes de noviembre.

Del 16 al 23 de noviembre próximo, La Habana acogerá la II Bacanal del Títere para los Adultos. Veinticuatro agrupaciones participarán en el evento, catorce nacionales (La Habana, Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Camagüey y Guantánamo) y siete agrupaciones extranjeras (Colombia, Argentina, Venezuela e Italia son los países invitados).

“El objetivo de la Bacanal es llamar la atención de artistas y público sobre el títere para adultos, la segunda Bacanal ya dio la respuesta de los artistas. Por nuestra parte ese objetivo comienza a verse cumplido. Ahora nos falta lograrlo con el público adulto, con la población, que se convierta en público y cocreador del teatro de títeres, que reciba al títere como una oferta artística legítima”, precisa la dramaturga Esther Suárez Duran, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones de las Artes Escénicas y miembro del equipo de coordinación de la Bacanal.

Cuatro salas de habaneras acogerán las presentaciones: la sala Adolfo Llauradó y el Teatro Nacional de Guiñol en el Vedado, La Edad de Oro en la Víbora, y el Teatro-Museo El Arca en el Casco Histórico de la Habana Vieja. El programa artístico se extenderá, además, a otros espacios comunitarios, escuelas, cárceles y centros de producción.

Cartel de la obra Shangó de Imá
Cartel de la obra Shangó de Imá

Las compañías cubanas presentarán obras como Milanés (Teatro Nacional de Guiñol), Macbeth (Teatro Papalote), Burundanga (Teatro de las Estaciones), Shangó de Imá (Teatro Océano), y De la gran escena con títeres (Hilos Mágicos). Mientras, los grupos extranjeros proponen El fantoche del Teatro Comunidad (Colombia), La muerte chiquita de Fábulo Vega (Argentina), y El despecho en vivo (Venezuela), entre otras.

Las actividades colaterales incluyen el Cabaret Titiritero, la exposición Eros Títeres: una muestra temática sobre el títere y el eros, que se presentará en la Galería Raúl Oliva del Centro de Desarrollo del Diseño Escénico, y una serie de talleres de creación e intercambio de saberes.

Acerca del Cabaret Titiritero, espacio muy bien acogido en la I Banacal, Suárez Durán considera que “es un espacio de intercambio artístico entre el teatro de la figura animada y el resto de las artes, sean la danza, la música, el arte circense, las artes visuales, y también otros fenómenos culturales como, por ejemplo, la moda. El Cabaret sesiona las últimas tres noches de la Bacanal, al término de las funciones en los espacios alternativos y en las salas. Es una zona de expansión, de total creatividad, improvisación, intercambio y confraternización entre los colegas. Si la Bacanal es la fiesta del Títere para Adultos, el espacio de encuentro del títere y su público ya crecido, el cabaret es el corazón genuino de todo esto”.

“En la presente emisión de la Bacanal, en su última noche, el Cabaret Titiretero será escenario de la entrega del único premio que entrega el evento: el PopulBaco 2014; que es un galardón que otorga el público a la obra más popular mediante la votación por un sistema de boletas en cada una de las representaciones. El premio consiste en una pieza de cerámica especialmente diseñada por el Maestro José Fuster”, agrega.

Las Bacanales nacieron en el 2011 y se inspiran en la tradición fundada por los hermanos Carucha y Pepe Camejo y Pepe Carril, quienes en los años 60 del siglo pasado atrajeron al público adulto con la presentación de obras como La loca de Chaillot, Asamblea de mujeres, La Celestina, La corte del Faraón, entre otras.

La edición anterior del encuentro se realizó también en La Habana en el 2012. En esa oportunidad la compañía Teatro Océano estrenó La dama de las camelias, en versión de Abelardo Estorino, última obra ensayada por los Camejo y Carril en el Teatro Nacional de Guiñol, en 1971, y que nunca llegó a ser estrenada.

Para la financiación de la II Bacanal se lanzó una campaña de micro-mecenas en la plataforma Verkami. El evento cuenta, además, con el apoyo del Consejo Nacional de las Artes Escénicas, el Centro de Teatro de La Habana, la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

Interrogada acerca de los desafíos que plantea realizar un evento de esta índole, Suárez Durán apunta: “Todo esto se pretende hacer en la capital en un año muy difícil para la economía nacional y la economía internacional; un evento nacional, acerca con una materia -que es el teatro de figuras animadas- poco conocida, subestimada, cuya visión aún está llena de estereotipos. Una materia también temida por algunos, pues el títere no resulta confiable para el político esquemático, oportunista, hipócrita, corrupto, o de mentalidad adocenada. El títere es el miembro díscolo de la familia teatral. En realidad, es la libertad suprema e infinita”.

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