La nadadora australiana Chloe McCardel pretende ser la primera persona en cruzar el estrecho que separan a Cuba y la Florida sin la protección de una jaula contra tiburones.
McCardel realiza su hazaña de nadar los cerca de 170 kilómetros que separan las dos orillas, en un período que podría oscilar entre 60-70 horas. Sin traje de baño especializado, flotador, aletas, snorkel ni otro tipo de asistencia, el recorrido comenzó en la mañana de este miércoles desde las inmediaciones del Club Náutico Internacional Ernest Hemingway de Cuba.
La joven, de 28 años, no subirá al barco ni tocará a otra persona durante el trayecto en el cual deberá enfrentarse a las picadas de medusas, a la fuerte corriente del Golfo de México y al impredecible estado del tiempo, sin olvidar el peligro que representa el acecho de los tiburones.
Para la australiana, este es el maratón de mayor repercusión para un nadador de larga distancia, y según destacó a la prensa, muchos desean venir a Cuba y ser los primeros en lograrlo.
“Es como ganar una medalla de oro o un premio”, exlplicó McCardel, quien en 2011 y 2012 fue la mujer más rápida en cruzar el Canal de la Mancha.
Su objetivo es tratar de completar una gesta que hasta la fecha muchos intentaron como la legendaria estadounidense Diana Nyad o Penny Palfrey, el pasado año, pero ninguna logró llevar a feliz término. Hasta el momento solo su compatriota, Susan Maroney lo hizo en el año 1997, pero con una jaula de protección.
Este intento de récord mundial se aprovechará para la recaudación de fondos en la investigación contra el cáncer.
(Por: Duber Luis Piñeiro González)