Béisbol cubano: final inédita y de Élite

Los Cocodrilos de Matanzas y los Cazadores de Artemisa se enfrentan por la corona en un duelo que promete altas temperaturas y mucha rivalidad.

De cara a la final de la segunda Liga Élite, la gran duda es si Artemisa logrará controlar a la ofensiva de Matanzas. Foto: Ricardo López Hevia.

La segunda Liga Élite del Béisbol Cubano ya tiene a sus dos equipos finalistas. Por primera vez se enfrentarán para discutir el título beisbolero las occidentales provincias de Artemisa y Matanzas. Los primeros con el cartel de revelación de la competencia, y los segundos por hacer valer su condición de favoritos de la mayoría de los especialistas.

¿Qué dice el enfrentamiento histórico? Según los números de Benigno Daquinta, Matanzas ha ganado 48 veces por 22 de sus rivales, incluyendo un playoff de cuartos de final en la última Serie Nacional (SNB), saldado en cinco juegos por los Cocodrilos.

Liga Élite: la hora de la verdad

En esa instancia, los matanceros ganaron el primer juego (6-4), los artemiseños igualaron la serie con triunfo de 5-2, pero los yumurinos no dejaron margen a las dudas, con triunfos consecutivos de 12-2,8-3 y 4-0, en ese orden.

Pero esa es agua pasada. La referencia más cercana que tenemos es la fase clasificatoria de la actual Liga Élite, en la que su duelo terminó con cuatro victorias por bando, lo que nos hace presagiar un choque parejo por el título del torneo.

Artemisa: ¿el año de los Cazadores?

Artemisa, con esta actuación, ha redondeado el mejor año de su historia. En la 62 Serie Nacional de Béisbol (SNB), con el quinto lugar, igualó su mejor labor histórica, que tuvo como precedente el mismo puesto alcanzado por el equipo que dirigía el difunto Danny Valdespino en la edición 57 del clásico doméstico. Más allá de estos resultados, solo destacaban el sexto y séptimo lugar conseguidos por el propio Valdespino en la 52 y 53 SNB, respectivamente.

Parece que no se equivocaba la mayoría de los aficionados artemiseños que pedían a gritos como mánager de los Cazadores a Yuliesky González, campeón en esas funciones con Alquízar en la Serie Provincial. Y el director debutante ha sido el mayor artífice de estos logros históricos, porque ha sabido aglutinar a un grupo, sin grandes nombres, en pos de grandes objetivos.

Los Cazadores han mostrado tener una ofensiva dinámica con muchas variantes para producir carreras. Foto: Ricardo López Hevia.

Casi nadie apostaba por ellos en la Serie Nacional, y se colaron entre los seis clasificados a la Liga Élite. A este evento también llegaron como “tapados”, y no solo clasificaron a los playoffs, sino que le ganaron con solvencia en semifinales al mediático Industriales en solo cinco duelos.

Con este segundo lugar en el bolsillo, aseguran su mejor actuación histórica en un torneo de béisbol de la categoría mayor, solo superado por el título nacional conseguido en la primera edición del torneo nacional sub-23.

¿Las claves para la final? Dependerán nuevamente de su bullpen, que tuvo una actuación fabulosa ante los Leones capitalinos. José Ignacio Bermúdez no solo ganó el último juego con excelente faena tras la lesión de Yuniesky García, sino que salvó otro en el noveno, con el empate en circulación, tras la errática salida del histórico José Ángel García. Sus números fueron de otra galaxia. No permitió ni jits ni carreras en 4.2 entradas de labor, con seis ponches y par de boletos.

Israel Sánchez fue otro de los que se mostró en excelente forma. Ganó dos de los cuatro juegos del playoff semifinal, y en 5,2 innings dejó inmaculado su casillero de anotaciones permitidas, le batearon .262, con dos ponches, dos boletos y un WHIP de 1,24.

Por si fuera poco, resultó determinante el as bajo la manga de Yuliesky González: Liván Moinelo. El zurdo está muy por encima del nivel de la pelota cubana, y su presencia en el box es garantía de victoria. El pinareño salvó dos juegos, apenas le batearon .118, no aceptó carreras y ponchó a siete en 5,1 episodios. Pero, más allá de fríos números, se mostró sobrado en la lomita.

La presencia de Liván Moinelo en el bullpen de los Cazadores puede ser definitorio en la final. Foto: Ricardo López Hevia.

Para Artemisa resultará vital poder recuperar a una de sus principales cartas de triunfo, Yuniesky García, y que Erlys Casanova pueda trabajar en la final. Por cierto, el abridor pinareño tuvo una gran salida frente a los matanceros en la fase clasificatoria, en la que no permitió carreras en siete capítulos. Con buen tino escogieron de último refuerzo al capitalino Raymond Figueredo, quien como abridor pudiera ayudar bastante al equipo.

La ofensiva se ve sólida con la guía de los ilustres veteranos Denis Laza y Frederich Cepeda, además del aporte de jugadores curtidos como el camagüeyano Luis González y el avileño Raúl González.

Mérito para el inicialista José Antonio Jiménez, quien sin hacer mucho ruido estampó ante Industriales una línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging/OPS) de .400/.571/.533/1.104, con siete carreras producidas. Y se suma al equipo Dayán García, su mejor bateador en los últimos años, quien llega desde Nicaragua con otra buena faena a cuestas.

Estos Cazadores tienen de todo para dar pelea en la final del torneo, y ya demostraron que no hace falta ser tan mediáticos para cumplir con los objetivos.

La afición de los Cazadores ha sido muy fiel y sueña con celebrar el primer gran título beisbolero en la historia de la provincia. Foto: Ricardo López Hevia.

Matanzas: ¿la banda del terror?

No resultaba difícil pronosticar que los Cocodrilos de Matanzas llegarían a la final de la Liga Élite del Béisbol Cubano. No hacerlo con semejante nómina hubiera sido un crimen. Pero, ojo con la defensa, que le falló en momentos cruciales. Además, sudaron la camiseta para vencer en seis juegos a los Leñadores tuneros.

Incluso, en el sexto juego estuvieron cuatro carreras por debajo, pero los errores terminaron condenando a los campeones de la última Serie Nacional, que tampoco encontraron fórmulas efectivas para detener a una artillería muy ajustada que no suele perdonar las oportunidades que le regalan.

Para la final, el mentor Armando Ferrer aprovechó su condición de líder y pescó a un excelente refuerzo: el fogoso lanzador mayabequense Yadian Martínez. El derecho paró en seco en sus dos aperturas a la temible tanda yumurina, y de no ser por la errática defensa de sus compañeros, quizás el duelo semifinal se hubiera decidido en la ruleta rusa del séptimo partido.

Béisbol cubano: ¿Liga o matanceros de Élite?

¿Las claves para la final? La producción del lineup matancero, un verdadero camión de leña. Lo de la dupla de Yurisbel Gracial y Yordanis Samón en la semifinal resultó escandaloso. Entre los dos batearon 22 imparables en 44 turnos (promedio de .500), con ocho jonrones, 18 carreras impulsadas, 27 producidas y 48 bases recorridas. Samón, con 13.3 carreras creadas, y Gracial, con 15.1, estuvieron inconmensurables.

Matanzas tuvo una línea ofensiva ante Las Tunas de .319/.385/.543, con .928 de OPS, ocho dobles y 13 cuadrangulares. ¿Podrán los lanzadores de Artemisa contener esa furia?

En el picheo, otra vez será fundamental la labor del zurdo Yoenni Yera, ganador de dos duelos en semifinales, así como de Joel Mogena y el propio Yadián, quienes deben estar en la rotación de abridores. Necesitarán de la mejor versión de Frank Luis Medina y Armando Dueñas en la parte final de los juegos.

Este Matanzas, con tres ex Grandes Ligas y un MVP de la Japan Series, recuerda por momentos a aquellos míticos Henequeneros de Gerardo “Sile” Junco, que se coronaron en dos series nacionales consecutivas. Matanzas lo tiene todo para ganar. No conseguirlo solo tendría un calificativo: fiasco.

Pronóstico: Ganan los Cocodrilos en seis juegos.

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