Las palabras afiladas de Odrisamer Despaigne

“Al Latino siempre lo voy a extrañar y por supuesto que me encantaría volver a lanzar ahí, pero eso no creo que vaya a pasar por ahora”, aseguró Odrisamer Despaigne, quien pronto vestirá la camiseta de las Medias Blancas de Chicago, su séptimo equipo en el béisbol de Estados Unidos.

Odrisamer Despaigne, además de consolidarse como un lanzador dominante en Cuba, siempre se caracterizó por su correcta manera de expresarme y por la claridad y fluidez de sus ideas. El capitalino rompía el molde típico del atleta antillano, por lo general tímido y corto de palabras.

Tras varios años en Estados Unidos, conserva el don de la palabra, aunque, en honor a la verdad, no ha logrado del todo el objetivo de asentarse como un serpentinero hermético en el béisbol profesional norteño, donde ya ha jugado con seis equipos diferentes.

Su colección de camisetas se ampliará en breve, pues a inicios de esta semana se salió de su contrato con los Rojos de Cincinnati y firmó con las Medias Blancas de Chicago, organización en la que podría coincidir con una importante armada cubana, integrada por José Abreu, Yoan Moncada, Yonder Alonso y el prospecto Luis Robert Moirán, todavía en las Menores.

En una entrevista concedida a Yusseff Díaz en su blog Pelota Cubana, Despaigne aseguró que el cambio de aires ha llegado en el momento justo, y reafirma que no se arrepiente de su decisión de romper con los Rojos.

“Tenía una cláusula en mi contrato que me permitía salirme, estaba lanzando bien y no veía intenciones de que fueran a subirme y tomé la decisión (…) Cuando me salí del contrato nunca me imaginé que tendría tantas ofertas para escoger, al menos siete equipos llamaron interesados en contratarme”, precisó Odrisamer, quien lazó con los Louisville Bats, sucursal de Triple A de Cincinnati.

En las Menores, el derecho logró tres victorias, ponchó a 40 rivales en 41.1 entradas, le batearon .253 y dejó efectividad de 3.74.

Odrisamer espera mantener una línea positiva y continuar superándose para tener una oportunidad en el equipo grande de las Medias Blancas, cuya rotación ha afrontado múltiples problemas en este inicio de temporada.

“Me dijeron que me necesitaban”, puntualizó el habanero, quien asegura que la presencia de varios cubanos en la nómina de Chicago también incidió en su decisión de aceptar la oferta.

En otro orden, Despaigne repasó su aventura en el béisbol invernal de República Dominicana, donde jugó con las Estrellas Orientales y vivió un capítulo memorable en la historia del club, que no ganaba el circuito profesional desde hace medio siglo.

“Fue algo mágico, yo ni siquiera iba a ir con ellos, pero al enterarme que llevaban tanto tiempo sin ganar lo tomé como un reto. Fue algo bonito para el pueblo de San Pedro de Macorís y para toda la República Dominicana, que al final nos estaban apoyando. Teníamos un gran equipo, cada refuerzo que llegó hizo su trabajo, logramos crear un gran ambiente los cubanos y salió la victoria”, rememoró Odrisamer, quien coincidió allí con Yasmany Tomás, Yuniesky Maya y Néstor Cortés.

Esa victoria en la lid quisqueyana le regaló a Despaigne un boleto directo a la Serie del Caribe que finalmente organizó y ganó Panamá, en la cual no tuvo que enfrentar a la selección cubana, aunque, si le hubiera tocado, no sentiría nada.

“Yo llegue ahí por las Estrellas Orientales y la Serie del Caribe es una competición de clubes campeones, solamente Cuba lleva a 90 % de su equipo nacional. Y yo la verdad no sentiría nada si les hubiera lanzado, algo diferente sería si fuera Industriales, que es el equipo que llevo en el corazón, pero igual no me hubiera negado a lanzarles. Yo soy un profesional y me debo al equipo que me paga, que me hizo campeón y me llevo para ganar”, afirmó.

Odrisamer recordó también su rivalidad en Cuba con Vladimir García y los Tigres de Ciego de Ávila, quienes le “caían mal”, pero lo obligaban exigirse al máximo. “Esos duelos contra Vladimir eran muy buenos, Ciego tenía un gran equipo y Vladimir estaba en su mejor momento esos años. Yo siempre llegaba con una motivación extra para enfrentar a los Tigres”.

Por último, Odrisamer habló de su eterna relación amorosa con el estadio Latinoamericano y con los fanáticos de Industriales, aunque recalcó que por ahora no se plantea regresar a la Isla.

“Al Latino siempre lo voy a extrañar y por supuesto que me encantaría volver a lanzar ahí, sobre todo vistiendo de azul delante de más de 60 mil fanáticos industrialistas, pero eso no creo que vaya a pasar por ahora. Cuba tiene que ser libre para yo volver allá y jugar, amo mi Habana, amo Cuba y por eso quiero un cambio para mi Isla, que los cubanos podamos decidir qué hacer, que nadie nos imponga nada, que nadie nos tenga que dar permiso para salir o entrar en nuestro país y tantas cosas más.”

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