Doble victoria de boxeadores cubanos en cartelera profesional

Robeisy Ramírez y Rank Sánchez obtuvieron victorias unánimes en Las Vegas.

Robeisy Ramírez (derecha) ha eslabonado una cadena de 13 victorias seguidas como profesional. Foto: @trboxeo

El boxeador cubano Robeisy Ramírez ganó fama mundial hace algunos años por sus dos títulos olímpicos en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, pero ahora ha logrado subir un poco más la parada en el escenario profesional, donde este sábado consiguió el cinturón de la Federación de Boxeo de Norte América (NABF por sus siglas en inglés) en la categoría de las 126 libras.

Durante el cartel celebrado en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada, Robeisy fue uno de los protagonistas en las peleas previas al duelo estelar entre Deontay Wilder y Tyson Fury. El cienfueguero se midió al puertorriqueño Orlando “El Capu” González y consiguió derrotarlo por veredicto unánime de los jueces.

Max De Luca (99-91), Steve Morrow (97-93) y Don Trella (99-91) vieron ganar sin dificultades al cubano, quien ha hilvanado ocho victorias consecutivas (cuatro por KO) después de caer en su debut profesional contra Adán González en el 2019.

Igual de notable era el récord de Orlando González, dueño de una racha de 17 éxitos en línea, diez de ellos por la vía rápida. Sin embargo, desde antes de la pelea el boricua había reconocido a Ramírez como un rival superior, con muchas variantes de pelea, por lo que no podía enfocarse en un solo plan para contrarrestar los embistes del antillano.

“Durante el combate pueden suceder muchas cosas”, había alertado González, quien efectivamente se encontró con un Robeisy versátil, veloz y muy consistente, dejando pocas brechas en los intercambios que se sucedieron durante los diez asaltos.

El cubano sacó casi siempre la mejor parte en una muestra de máxima coordinación, dominando los tiempos y las distancias para conectar los golpes más importantes ante “El Capu”, quien sufrió particularmente ante la zurda de Ramírez.

Una de las claves de la victoria del antillano fue su ritmo intenso, que nunca decayó, ni siquiera cuando González lo presionó en los tres últimos asaltos. En esos compases, Ramírez mantuvo la calma y supo controlar lo que parecía una rebelión absoluta de su rival.

La victoria de Robeisy fue el preámbulo de otro triunfo cubano en la velada de Las Vegas, donde el pesado Frank Sánchez dio una gran demostración de su poderío físico y se impuso al nigeriano Efe Ajagba por votación unánime de los jueces.

El púgil africano aguantó durante ocho asaltos el tren de pelea del caribeño, quien se vio muy rápido, con excelentes movimientos de piernas y sólido en los intercambios.

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