Con un empate sin goles ante los Soca Warriors, los cubanos perdieron la posibilidad de defender su título de campeones del Caribe y de participar en la Copa América Centenario, aunque sí obtuvieron un boleto de forma directa para disputar la la Copa de Oro 2015.
Los dirigidos por Walter Benítez disputaron dos partidos de infarto antes de enfrentarse a los trinitarios. En el primero, ante Guinea Francesa, los cubanos abrieron la lata a través de Ariel Martínez en el minuto 57 y, gracias a varias atajadas de mérito de Diosvely Guerra, lograron mantener invicta su portería hasta cumplirse el tiempo reglamentario; pero en el minuto 94, el substituto Michael Solvi envió al fondo de las redes la número cinco tras un pase de Rudy Evens para sellar el empate y dejar a los cubanos con un solo punto.
En el segundo juego, la tónica de infarto se mantuvo y un gol en el 95 les dio la victoria ante la débil Curaçao. Los cubanos nunca estuvieron detrás en el marcador; primero cortaron el melón al cuarto de hora a través de Jorge Luis Corrales, pero al filo del descanso los dirigidos por Etienne Siliee pusieron las tablas en el marcador gracias a un tanto de Rajcomar. Cuba volvió a tomar el mando a los seis de iniciado el complemento, esta vez gracias a Yasmany López, pero poco duró la alegría de los cubanos: Gevaro Napuceno fue el encargado de establecer una vez más la paridad en el minuto 69. El empate parecía inevitable hasta que Orisbel Leiva marcó el tercero para la mayor de las Antillas segundos antes de que el árbitro mirara su reloj para declarar el final del encuentro; Cuba no quiso quedarse con el sabor amargo en la boca y les dio a probar a los curazoleños de la misma medicina que Guinea Francesa les suministró en la jornada anterior: un gol en el último suspiro.
Con esos cuatro puntos, Cuba tenía chances de pasar a la final si lograba una victoria ante Trinidad y Tobago, selección a la que habían derrotado dos años atrás en la disputa del título de la edición anterior del evento con un gol de Marcel Hernández en la prórroga. Sin embargo, esta vez no lograron romper el empate a cero, de manera que los cubanos perdieron el chance de defender su condición de campeones y la oportunidad de jugar la Copa América Centenario. A pesar de llevar el peso del encuentro, lograr las mayores oportunidades de gol y neutralizar a la delantera de los Soca Warriors, los del maestro Walter Benítez no lograron perforar la meta defendida por Jan Michael Williams, obligado a realizar varias atajadas de mérito. No obstante, el principal objetivo, la Copa de Oro 2015, fue alcanzado.
Una vez más los cubanos muestran que jugando en una liga que se cocina en su propia salsa poseen un nivel respetable, aunque muy lejos del verdadero techo de posibilidades de crecimiento que brindan las diferentes ligas del mundo. Hasta ahora, el sueño de participar en un evento de primer nivel se aleja más; la Copa América Centenario era ese chance de acercarse y tocar el techo del mundo futbolístico, pero no pudo ser, quizás dentro de otros cien años podamos clasificarnos.