Fútbol cubano: cambiar en tiempo récord

Las lesiones de tres jugadores titulares de la selección obligan al cuerpo técnico a hacer movimientos de cara a la Copa Oro.

El futbolista Onel Hernández, principal figura de la selección cubana de fútbol, quien se ausentará de la Liga de las Naciones de la Concacaf. Foto: Esteban Biba / EFE / Archivo.

La noticia de que Onel Hernández no estaría con la selección cubana en la Copa Oro 2023 cayó como un balde de agua fría sobre la afición del más universal de los deportes en la isla. Tras varias jornadas de rumores, especulaciones e incertidumbre al respecto, este sábado la noticia fue confirmada por GolCuba. Un día después, fue el propio jugador quien esclareció su situación actual en video publicado en The Cuban Baller, su canal de Youtube.

 “He recibido muchos mensajes sobre esto en las últimas semanas. Para ser honesto, tengo una lesión en mi rodilla. El fisioterapeuta y el doctor me dijeron que me tomara seis semanas, y después de esas seis semanas tengo que empezar a reconstruir. Básicamente estoy fuera por ahora, y no creo que vaya a jugar la Copa Oro”.

“Sé que es muy triste porque yo quiero jugar por mi país, amo y disfruto jugar por mi país. Pero esta temporada ha sido muy difícil para mí, y especialmente para mi rodilla. Ya he tenido en el pasado algunos problemas con ella y esto ahora no ayuda. Siento mucho no poder estar allí para la selección de Cuba y jugar la Copa Oro. Definitivamente no estaré participando en la Copa Oro”, dijo el futbolista del Norwich City.

Q&A with the cuban baller..

La baja de Onel Hernández constituye un duro golpe en las aspiraciones de los Leones del Caribe en el máximo torneo de selecciones de la CONCACAF, toda vez que estamos hablando del mayor referente del fútbol cubano en la actualidad. Sin embargo, su ausencia se hace más pesada teniendo en cuenta que es el tercer jugador titular que se ve forzado a bajarse del barco en el último mes, tras los casos de los mediocampistas Dairon Reyes y Karel Espino, quienes sufrieron lesiones de gravedad en sus rodillas hace solo unas semanas.

Ante este panorama (tres titulares fuera), Pablo Elier Sánchez y sus pupilos no solo tendrán como nuevo reto encontrar variantes a estas ausencias en tiempo récord, sino que deberán hacerlo ante rivales que —a priori— no parece que vayan a otorgar muchas libertades. Tanto Chile como Uruguay, a quienes estaremos enfrentando los próximos 11 y 20 de junio en duelos de preparación, son oponentes de rigor competitivo considerablemente superior al fútbol que se practica en el Caribe, por lo que probar nuevas estrategias tácticas será bastante complejo.

Considerando que no se presenten más sorpresas negativas, la solución más coherente pasa por un cambio de formación. Teniendo en cuenta los elementos de los que todavía disponemos, la variante para tener sobre la cancha a los mejores jugadores sería utilizando el 4-2-3-1, con Sandy Sánchez bajo los tres palos y una línea de cuatro conformada por Jorge Luis Corrales, Yosel Piedra, Cavafe (o Modesto) y Dariel Morejón (o Palma).

En el centro del campo, Yuri Pérez estaría ocupando el rol de mediocampista defensivo, con Aricheell Hernández en labores de creación y Willian Pozo haciendo las veces de mediapunta. Por las bandas, Yasnier Matos y Luis Paradela dejando la función de nueve para Maykel Reyes o el joven Daniel Díaz.

Cuba conoce su grupo para la próxima Liga de Naciones

El pasado martes 16 de mayo, en Miami, Florida, se llevó a cabo el sorteo para la Liga de Naciones de CONCACAF en su edición del 2023-2024, en la cual Cuba competirá en su máxima categoría después de un año en el Nivel B.

Como se había anunciado desde la publicación del nuevo formato, las selecciones de Estados Unidos, México, Costa Rica y Canadá quedaron exentas de jugar la fase de grupos, toda vez que son las cuatro escuadras mejores ranqueadas del área. Los combinados de estos países esperarán anclados en los cuartos de final a los cuatro equipos que superen la fase grupos.

Los Leones del Caribe quedaron ubicados en la llave B junto Jamaica, Haití, Honduras, Surinám y Granada. Tras jugar cuatro partidos mediante el polémico y enrevesado sistema suizo (los rivales se van definiendo en dependencia de los resultados), los dos primeros lugares del grupo avanzarán a la siguiente fase, los dos últimos descenderán al Nivel B de esta competición y el tercero y el cuarto conservarán su puesto en el Nivel A.

Si bien con este sistema de competencia se torna difícil establecer un pronóstico certero, un repaso al resto de rivales del grupo nos hace pensar que —a priori— las aspiraciones de Cuba pasan más por salvar la categoría.

Jamaica ya no es aquella selección con la que ganábamos y perdíamos a principios de este siglo. Los Reggae Boys han experimentado un notable crecimiento que les llevó a colarse en la octagonal final de la CONCACAF durante las últimas eliminatorias mundialistas.

Honduras, si bien ha ido perdiendo enteros a nivel de selección dentro del fútbol de área, continua siendo uno de los grandes de Centroamérica; y a Haití, aunque no se encuentra tan distante del elenco cubano, todavía le alcanza para salir como favorita en un eventual cotejo ante el combinado de la isla.

Por tanto, los contrarios más a tono con nuestra selección serían Surinám y Granada, naciones con las que estaríamos disputando la salvación. No obstante, tampoco sería cuestión de cantar y coser para los nuestros, pues los surinameses han venido creciendo con una gran inyección de jugadores provenientes del fútbol europeo.

En el caso de los granadinos, si bien vienen de jugar el máximo nivel de la Liga de Naciones, una mirada a su plantilla y los clubes donde militan sus jugadores nos invita a pensar que puede ser un rival asequible para Cuba.

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