Miami se viste de azul

Felizmente, ya Industriales está en Miami. Después de rumores, estorbos y flechazos malintencionados enfocados en frustrar el proyecto de la compañía Somos Cuba de celebrar el 50 aniversario de la nave capitalina, diez peloteros retirados del conjunto llegaron a Estados Unidos con el firme objetivo de expandir aún más la fiebre azul a través del idioma del béisbol.

A su arribo, los esperaba una enorme comitiva que estalló al ver de nuevo a gigantes del béisbol cubano, verdaderos símbolos de la historia industrialista, forjada ya por más de medio siglo. Entre ellos, el espectacular camarero Rey Vicente Anglada dijo estar contento por realizar el viaje, “que presiento será muy bueno en todos los sentidos”.

“Este es un reencuentro que nos debíamos desde hace rato y sólo queremos abrazar a tantos amigos y aficionados que nos siguen queriendo en todas partes. Sabemos que en Miami existen muchos seguidores de los Industriales, y también aquellos que se alegraban de vernos perder. Para todos ellos se hizo este esfuerzo’’, aseguró Anglada al Nuevo Herald, visiblemente emocionado por reencontrarse con su hijo.

Desde Miami, OnCuba pudo confirmar el ambiente extraordinario que reinó en el recibimiento, aunque también conoció que es perceptible la incertidumbre respecto al encuentro con antiguas glorias industrialistas residentes en suelo norteño, el plato fuerte de esta cruzada que sienta un precedente notable para futuros reencuentros entre peloteros cubanos.

Además, durante las jornadas venideras la comitiva ofrecerá múltiples entrevistas y realizará recorridos y actividades comunitarias, y el miércoles 21 de agosto todos ocuparán los palcos del moderno Marlins Park, donde presenciarán el duelo entre los Dodgers de Los Ángeles y los Marlins de Miami, oportunidad única para compartir con las dos rutilantes estrellas de cada uno de los conjuntos: el explosivo jardinero Yasiel Puig y el lanzador José Fernández, respectivamente.

A modo de colofón, están planificados tres juegos en Tampa y Miami los días 23, 24 y 25 del presente mes, los que se suponen sean entre los industrialistas de aquí y de allá, quienes luego se unirán para enfrentar a una novena de cubanos que no vistieron la franela celeste.

En Cuba, persiste el silencio respecto al acto, política acorde con el mutismo que existió en enero cuando se conmemoraba el 50 aniversario de los Leones, que aún se encontraban inmersos en la Serie Nacional, por demás, jugando en casa, el Estadio Latinoamericano.

Sin motivo aparente, se obvió la historia del nombrado equipo insignia del béisbol cubano, tanto que la verdadera celebración tiene lugar, casi ocho meses después, a 90 millas de la Isla.

 

 

 

Salir de la versión móvil