Pelé, Raúl, el Cosmos… y más

El Cosmos de Nueva York llegó a La Habana como primer equipo del deporte profesional estadounidense tras el cambio de política de Barack Obama hacia Cuba.

Foto: José Tito Meriño

Mañana da igual gane quien gane. No está en la remendada cancha habanera la trascendencia. Por la mente nunca pasó que algún día vería en ese estadio de nuestros amores donde las tristezas como regla han ganado a las alegrías por goleada, al brasileño Pelé y al español Raúl. La “culpa” la tiene Obama.

Uno estará en la tribuna, el otro en la cancha aunque seguro no a tiempo completo, porque en el hombre se han invertido millones, ha tenido jornadas recientes agotadoras, y no hay que andar con riesgos por torceduras de tobillo por una mala pisada en el terreno o por un “patadón” de un defensor alocado.

El Cosmos de Nueva York , que paga un elevado precio por reavivar la leyenda que fue hace 30 años, llegó tarde este lunes, vestido de embajador deportivo del Tío Sam, como primer equipo del deporte profesional estadounidense en La Habana tras el golpe de timón dado por Barack Obama en la política hacia Cuba.

Un aguacero impidió que el vuelo chárter saliera en tiempo desde el aeropuerto  en la Gran Manzana. Pero llegó, y los reporteros aglomerados en la terminal aérea “José Martí” se quedaron con las ganas de oír más de los protagonistas.

De Raúl, nada obtuvieron. De Pelé, unos segundos… Cuando se asomaron al hotel capitalino, a unos metros del Malecón habanero, “O Rei” salió del automóvil junto a sus ayudantes, y su secretaria de origen vietnamita. No paró hasta la puerta del ascensor que lo llevó al piso 21, protegido por una muralla de empleados del local mientras regalaba su sonrisa de libreto y abría su mano izquierda en alto como si hubiera anotado un gol en el Maracaná. ¿O  de visitante en el campo de Maradona?

En La Habana Edson Arantes do Nascimento ratificó, en medio de otro escándalo de corrupción de la FIFA que apoya la reelección de Josep S. Blatter mientras Diego sigue disparando sus tortas verbales, que tomaron ahora más fuerza.

Raúl, que se veía cansado, se apeó el primero del autobús, y encabezó la fila india, sin hablar, enfundado como los otros, en el chándal del NY Cosmos, directo a un salón del hotel para un refrigerio. El club de la resucitada Liga Norteamericana de Fútbol (NASL) jugó dos partidos antes del viaje, uno el miércoles que ganó y el otro este sábado, que empató en el minuto 90 precisamente Raúl, para mantener el liderazgo invicto tras nueve fechas.

Los jugadores se mezclaron en el vestíbulo con más de 70 acompañantes, liderados por un famoso basquetbolista de la NBA, Carmelo Anthony (31 años), que, reconocido por algunos turistas, firmó sus primeros autógrafos en la isla.

De padre puertorriqueño y madre afroamericana, es pieza clave de la nómina de los NY Knicks, ha disputado el Juego de las Estrellas en siete ocasiones, y cuenta con dos medallas de oro olímpicas, Beijing-08 y Londres-12, y una de bronce, Atenas-04.

Cerca del mediodía del lunes, los norteamericanos pisaron por primera vez la cancha del estadio “Pedro Marrero”, y realizaron un ligero entrenamiento de una hora. Dos jugadores no hicieron el viaje, el mediocampista salvadoreño Andrés Flores y el portero suplente barbadense Keasel Broome, convocados por sus selecciones nacionales.

Foto: José Tito Meriño

“Pensamos que Raúl jugará, difícil predecir cuántos minutos, debemos ver cómo se siente después de estos dos partidos de la NASL que acabamos de jugar” dijo a OnCuba el técnico del NY Cosmos, el venezolano Giovanni  Savarese que por primera vez visita la nación caribeña y quien recuerda que Cuba será el país 42 que acoge a este club.

En 1978 un club de la NASL, Chicago Sting, inició una serie amistosa contra Cuba, primero en La Habana (2-0 por los locales) y luego en la Ciudad de los Vientos (1-1) viaje que aprovecharon los cubanos para actuar previamente ante los Aztecas de Los Ángeles con triunfo 1-0 para los anfitriones.

La última ocasión en que un club profesional de la Unión Americana estuvo en Cuba fue en 1999 con el equipo de béisbol Orioles de Baltimore, que ahora vuelve a anunciar otro viaje, con una segunda plantilla. Pero los del fútbol se les adelantaron a los de la Gran Carpa y aprovechan la ocasión para repetir lo del “partido histórico”, algo que se le escuchará a Raúl y Pelé en la rueda de prensa víspera del juego que será trasmitido en vivo por la ESPN.

Pelé no quiere perderse el momento, a pesar de su reciente cirugía de próstata y como presidente de honor del Cosmos  –elenco donde se retiró definitivamente en 1977– quiere estar en el espectáculo, y en la tribuna presidencial todos querrán una foto.

Entretanto, en las gradas, nos hará viajar en la máquina del tiempo, a los años 60, cuando gambeteamos en las calles del barrio habanero enclavado entre dos fábricas de cervezas con dueños españoles que construyeron, aledaños, dos campos de fútbol.

Nos llevará a la época en que perseguíamos las películas de fútbol y teníamos que contentarnos con apenas dos, la argentina Pelota de Trapo, y la rusa Tercer Tiempo, sin disfrutar por la “tele” nada o casi nada de los Mundiales de entonces. Y entre los chicos al que más regateaba con el balón (de cuero, o de periódicos apretujados atados con soga) lo bautizábamos Pelé.

Todos queríamos ser Pelé y yo quería ser negro.

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