Qué paso más chévere para los cubanos

En breves días arribaremos al mes de octubre y todos, o casi todos comienzan a frotarse las manos para disfrutar los play off del béisbol de Grandes Ligas. Periodistas comentaristas, mánagers, entrenadores y scouts sacan hoja y lápiz, y apuntan sus selecciones de quién merece ser el más valioso de cada liga, o quién atesorará el trofeo C y Young. Son historias fascinantes que llenarán miles de cuartillas en las próximas semanas. Sin embargo, pocos hablarán de la actuación cubana de 2013.

Sucede que en la gran carpa no se estila someter bajo una lupa el desempeño de los peloteros de un país en específico, por la gran cantidad de jugadores de distintas nacionalidades. No obstante, la pequeña representación cubana gozó una temporada como no se veía desde hace tiempo. De forma general destacaron en uno u otro aspecto, o rindieron por momentos, notables contribuciones para los éxitos de sus equipos.

Se cierra una campaña importante para los amantes del béisbol, gracias al trabajo desplegado por 21 peloteros de la Mayor de las Antillas, quienes demostraron al mundo la capacidad de los cubanos para brillar al más alto nivel competitivo. ¿La prueba? Tres de los nuestros aspiran al título de Novato del Año.

Fueron seis meses formidables con momentos de euforia como el vivido por Yoennis Céspedes al convertirse en el ganador del Derby de Home Run del Juego de Estrellas. El joven granmense llegó como la oveja negra y terminó siendo el monarca del torneo. Otros ocuparon y ocupan espacio de titulares en los principales tabloides deportivos de Estados Unidos. Sí, nos referimos a Yasiel Puig, un hombre que impregnó a una novena moribunda y sin rumbo, el entusiasmo y ganas de triunfar de los cubanos.

Puig sacó del sótano a los Ángeles Dogers para transformarlo en el primer equipo clasificado a los Play Off. Sus batazos, fildeos y carisma llenan un estadio por sí solo para desatar la “Puigmanía”. Su rendimiento es tan espectacular que, algunos expertos lo incluirían en las listas para el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional (MVP).

Céspedes y Puig no fueron los únicos. Otros tejieron historias increíbles, donde la superación personal y dedicación al juego se hicieron presentes. Uno de ellos fue José “Candelita” Iglesias, de quién se decía no podía batear ni con una guitarra. Su defensa era incuestionable, aunque en el béisbol de Las Mayores para mantenerse hay que darle duro a la bola, e Iglesias parecía no reunir el potencial.

Pero el criollito comenzó 2013 a todo tren con una ofensiva por encima de 300 de average y defensiva de lujo. Se adaptó a jugar tercera base, luego fue cambiado de equipo y sus números al bate siguieron sorprendiendo a más de uno. A escasas tres fechas para decirle adiós a la fase clasificatoria, “Candelita” sigue encendido con 310 de promedio y dueño indiscutido ahora del campocorto.

Temporadas consagratorias obtuvieron Yunel Escobar y Aroldis Chapman. El primero dejó atrás problemas personales y pudo, al fin, acallar las críticas esgrimidas contra él, gracias a su bateo oportuno y seguridad defensiva. De Chapman que decir. Dueño de la recta más explosiva e intimidante del planeta. Amo y señor de la novena entrada al extremo de convertirse en el cerrador con más ponches en 2013. ¿Algo más…?

Sin embargo, todo lo que brilla no es oro, y algunos de los nuestros se debieron faenas más meritorias. Imponerse en el mejor béisbol del planeta no es cosa de llegar y cantar. Adeiny Hechavarría, Dayan Viciedo y Yuniesky Betancourt no corrieron la misma suerte como el resto de sus coterráneos. Aunque sus campañas fueron grises, mostraron algunos destellos que son indicadores alentadores para el futuro.

Hechavarría es un símil del Iglesias de 2012, excelente campocorto, pero con una pálida ofensiva; Viciedo tiene que pulir sus habilidades, a pesar de sus largos cuadrangulares y Betancourt garantizará una plaza en cualquier equipo, gracias a sus condiciones para desempeñarse en más de una posición.

Más allá de meritorias actuaciones, la fiesta aún no concluye para los cubanos Puig, Iglesias, Céspedes, Chapman y Escobar irán con sus equipos a la postemporada en busca de coronarse campeones de la Serie Mundial. Sin dudas, constituirá una oportunidad única para ellos si verdaderamente quieren robarse el gran show.

Del brazo de Chapman, el poder de Céspedes, el carisma de Puig, y la brillantez de Iglesias saldrán hazañas que llevarán al delirio a millones de fanáticos y a quienes aún se resisten a creer en la calidad de los peloteros cubanos. La historia de octubre puede ser escrita con tinta oriunda de la Mayor de las Antillas.

Salir de la versión móvil