Roger Machado: “Hay Tigres para rato”

Los tigres de Ciego de Ávila volvieron a coronarse como campeones nacionales del béisbol cubano. En una final que tuvo que irse hasta el séptimo choque frente a un aguerrido conjunto de Pinar del Río, los avileños supieron reponerse a la postre de tres reveses al hilo, sacudirse para regalarle a su público el segundo trofeo de manera consecutiva.

Un play off final de infarto, de dementes, no harto para cardíacos. Los tigres salieron bien temprano a imponer su condición vigente de campeón y sacaron tres sonrisas del baúl. Luego, cuando los vegueros de Pinar parecían ya muertos y sin alma, sacaron a relucir toda su casta histórica de equipo bravío y recuperaron todo el terreno perdido, esos tres peldaños que se le habían destrozado en los pies. En un absoluto juego de egos, Pinar, ganó también tres partidos consecutivos.

Y llegó el último choque, el de la definición, el que ninguno de los dos quería jugar porque cuando terminarán los nueve innings de sufrimiento, el ganador iba a tener que levantar del piso al derrotado. Fue tanta la batalla, el ir y venir, el verse campeón y al mismo tiempo observar cómo la Copa se les caía de las manos, que probablemente, a estas altura, ninguno de los dos planteles crean cierto lo que han vivido en estas dos semanas.

Le dice ayer en la noche Roger Machado a OnCuba, con una euforia total: “Ya son dos seguidas, este pueblo lo merece, son los primeros que nos han empujado cuando el cielo se cerró. Hay tigres para rato”.

Jorge Ricardo Gallardo, mentor de Pinar del Río, nos manda un SMS: “No tengo ganas de hablar, discúlpeme, entiendes? Hicimos lo posible pero no se pudo”.

Una gran final. Un gran Campeón. Un Pinar del Río histórico en su remontada. Una Serie Nacional que así pone su punto final.

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