Uganda: el gobierno prohíbe abrir un campo de refugio para comunidad LGBT

En el país rige una ley que prohíbe la homosexualidad y existe un proyecto para que sea penada con la muerte en caso de reincidencia.

Marcha en Londres en solidaridad con la comunidad LGBT de Uganda (Flickr)

 

Simon Lokodo, ministro de ética e integridad, dijo que abrir un centro comunitario para alojar personas LGBT, como proponen varias organizaciones internacionales, sería un “acto criminal”. “Tendrán que llevarlo a otra parte. No pueden abrir un centro de actividad homosexual aquí”.

En el país rige una ley que prohíbe la homosexualidad y existe un proyecto para que sea penada con la muerte en caso de reincidencia. Algunas organizaciones sin fines de lucro internacionales, como la especializada en arquitectura Bee Breeders, comenzaron a trabajar en armar un centro de asilo para las personas de la comunidad LGBT. Ya eligieron un diseño y tienen los planos y el financimiento para comenzar. Los arquitectos que pensaron el edificio fueron los hermanos italianos Enrico Chinellato and Jacopo Donato.

Una de las organizaciones involucradas, Rainbow Riots, fue suspendida misteriosamente las redes sociales tras haber sido “denunciada por contenidos inapropiados”.

“La homosexualidad no está permitida y es completamente inaceptable en Uganda”, dijo Lokodo. “No lo podemos y no vamos a permitirlo. Las actividades LGBT ya están prohibidas y criminalizadas en este país.”.

“Las personas queer viven con el temor de ser arrestadas, ser golpeadas o asesinadas. No hay espacio seguro. Por eso mi equipo quiere abrir el primer centro comunitario LGBT de Uganda ” le dijo Petter Wallenberg, director del grupo Rainbow Riots a AP.

Alicia Houston, de 22 años, activista y mujer transgénero VIH-positiva en Kampala, dijo al diario inglés The Guardian que se necesitaba un espacio para una “comunidad vulnerable” que se enfrente regularmente con la violencia y la discriminación. “También será un espacio creativo que atenderá a muchas personas que no tengan otras oportunidades de expresarse en otro lugar”.

Neela Ghoshal, de Human Rights Watch, dijo que tal centro era crucial. Que el gobierno lo impida es “una flagrante violación del derecho a la libertad de asociación”.

Los activistas creen que las artes pueden ayudar a abordar la transfobia y la homofobia en la nación del este de África. Kowa Tigs, miembro de Rainbow Riots, escribió: “En Uganda, no solo puedes ir a prisión, hay algo más cotidiano: cualquiera puede humillarte, avergonzarte, expulsarte de su casa, de la escuela o incluso de tu propia casa, y sabes que no hay nada que puedas hacer al respecto”.

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