Concede Carlos Mesa victoria de Luis Arce, del MAS, en elecciones bolivianas

Con un amplio porcentaje de votos a favor, y con casi la mitad de las boletas computadas, Luis Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS),  ganaba en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo en Bolivia.

Durante la noche de este lunes Salvador Romero, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se dirigió a la nación para calificar la jornada de “pacífica y ordenada”, y para destacar la alta participación popular, del 87%, “unos de los porcentajes más altos en la historia electoral del país”.

Romero explicó que la lentitud en el cómputo de los votos se debe a la seriedad con la que los tribunales departamentales se han tomado este proceso, calificado por él como “sólido” y realizado en un momento en el que Bolivia necesitaba de unas elecciones seguras y confiables.

Arce llegó a los comicios como favorito frente al expresidente Carlos Mesa, quien aceptó su derrota horas antes de que se diera a conocer el anuncio, cuando, debido a los conteos rápidos, se avizoraba la victoria de MAS.

Al exministro de Economía, de 57 años, considerado el cerebro del éxito económico de Evo Morales, se le considera un economista pragmático y antineoliberal. Todas las encuestas le daban primer lugar, pero sin mayoría suficiente para ganar en la primera vuelta.

La jornada electoral se llevó a cabo con tranquilidad el domingo, y ha contado con una amplia observación internacional. Por lo menos cuatro organismos destacaron la limpieza del proceso, según destacó Romero.

En la mañana de hoy lunes, presidentes como el argentino Alberto Fernández felicitaron a Arce por su evidente victoria.

Andrés Manuel López Obrador había sido el primero en reconocer los resultados que le dieron la ventaja a Arce. “El gobierno de México felicita al pueblo boliviano y extiende sus congratulaciones a Luis Arce… por su triunfo en primera vuelta”, dijo en un comunicado oficial.

También se refirieron al hecho intelectuales como el novelista gallego Manuel Rivas, quien aseguraba en Twitter que se trataba de una derrota del “populismo de los ricos y los brutos” y “una victoria de la decencia democrática del pueblo”.

Los bolivianos llegaron a los comicios en medio de un clima polarizado tras la anulación de las elecciones del año pasado por denuncias de fraude, que provocaron un estallido social que dejó 36 muertos y forzó la renuncia de Morales tras 14 años en el poder. La pandemia agravó la polarización y el país vivió una campaña tensa.

“La gente se volcó a las urnas porque quieren de una vez descongestionar esta crisis política”, dijo Franklin Pareja, profesor de ciencia política de la Universidad Mayor de San Andrés de La Paz.

En contra de los pronósticos, la jornada transcurrió tranquila y pacífica, según destacaron autoridades y observadores internacionales. Los votantes soportaron la lluvia, el sol y largas filas para sufragar en una votación lenta debido a protocolos determinados por la pandemia de coronavirus.

“Todos esperamos que con estas elecciones haya un gobierno y venga la paz para los bolivianos”, dijo Judy Baldiviezo, una funcionaria pública de 58 años.

“La gente tiene un espíritu cívico admirable, y eso es valioso en un país que ha tenido que repetir su proceso electoral”, destacó Francisco Guerrero, de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Los comicios también renuevan la totalidad de la Asamblea Legislativa de 136 miembros, quienes, como el presidente, tomarán posesión de sus cargos en la primera quincena de noviembre.

Con información de Associated Press.