Sandra Torres afianza su ventaja en las elecciones de Guatemala

Con más del 80 por ciento de las mesas escrutadas ningún candidato alcanza más del 50 por ciento de los votos. De mantenerse esta tendencia, habrá segunda vuelta el 11 de agosto en que competirán los dos candidatos más votados este domingo.

Foto: Edwin Bercian/EFE.

La empresaria y exprimera dama, Sandra Torres, avanzaba a la cabeza de las elecciones presidenciales en Guatemala, aunque todo apuntaba que habría una segunda vuelta electoral para definir al próximo mandatario de la nación centroamericana.

Con el 81 por ciento de las mesa escrutadas –17.135 de 21.099, Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), obtiene el 24,37 por ciento de los votos (875.991) frente al 14,46 por ciento del exdirector del Sistema Penitenciario y candidato del partido de centroderecha Vamos, Alejandro Giammattei, respaldado por 519.812 votos.

De mantenerse esa tendencia, nadie obtendría el 50% más uno de los votos válidos necesarios para ser declarado ganador de los comicios, y los dos primeros lugares se irían a una segunda vuelta el 11 de agosto, donde triunfaría el que obtenga la mayor cantidad de sufragios.

El próximo presidente, que asumirá en enero de 2020 por un periodo de cuatro años, recibirá un país con una creciente migración por la pobreza y la violencia y la inconformidad de varios sectores ante problemas de corrupción no resueltos.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Julio Solórzano, dijo en rueda de prensa que la lentitud en el conteo se debía a que se debían procesar varios datos de una elección en la que contendieron 19 candidatos a la presidencia.

Más de 8,1 millones de ciudadanos fueron convocados a las urnas, en una jornada en la que también se votó por el vicepresidente y más de 4.000 funcionarios, entre ellos alcaldes y diputados al Congreso y al Parlamento Centroamericano.

“Llamo a la paz y a la armonía”, dijo después de votar el presidente saliente Jimmy Morales, quien antes se desempeñaba como cómico y era neófito de la política.

Al ser cuestionado por los periodistas sobre su salida del gobierno, los niveles de corrupción en su administración y su decisión de no renovar el mandato de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, explicó: “Puedo ver a los ojos a los guatemaltecos y decirles que sigo siendo el hombre trabajador y honrado que conocieron en la televisión”.

La CICIG es un organismo de la ONU que en 11 años desarticuló más de 60 estructuras del crimen organizado y corrupción, en un trabajo conjunto con el Ministerio Público.

Morales pidió a los candidatos que ganen a que continúen los programas educativos, de refacción escolar y carreteras.

“La invitación a que continúen con lo bueno y se apliquen a solucionar los retos que tenemos enfrente”, exhortó.
Fernando Barrillas, un ciudadano guatemalteco de 44 años, consideró que en Guatemala “es necesario y urgente un cambio. Guatemala no soporta más”.

Barrillas votó en el municipio de Santa Lucía Milpas Altas, en Sacatepéquez, y aseguró que los indicadores de país dicen que va en retroceso.

“Me preocupa la migración, la pobreza, la corrupción, la cooptación del Estado, y en la medida que no se atiendan las causas estructurales que originan la migración, que son la pobreza y la desigualdad, vamos a seguir quedándonos sin sus mejores hombres y mujeres, jóvenes que son el motor del país”, dijo.

El diario Prensa Libre reportó que la primera persona en votar fue Julia Sánchez, una mujer representante de las culturas originarias de Quetzaltenango que sufragó en Silver Spring, en el estado norteamericano de Maryland.

Sánchez inauguró el voto en el extranjero para Guatemala, la primera vez que se lleva a cabo.

Unos 60.000 guatemaltecos estaban aptos para votar en las ciudades estadunidenses de Los Ángeles, Nueva York y Houston, donde se concentra la mayor cantidad de migrantes fuera del país.

Sin embargo, los primeros resultados oficiales mostraban que apenas 701 guatemaltecos en el extranjero habrían votado, poco más del 1% de los registrados.

El presidente del Supremo Tribunal Electoral dijo que no debía evaluarse el número de votantes en el extranjero, sino que quien quiso pudo hacerlo.

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