Diálogo entre Madrid y Cataluña

Pedro Sánchez y el presidente de la Generalitat de Cataluña buscarán solución a crisis política

El presidente del gobierno español Pedro Sánchez, a la izquierda, y el presidente de Cataluña, Quim Torra, conversan en Barcelona, España, el jueves 20 de diciembre de 2018, para avanzar en un diálogo tendente a poner fin a una crisis política que persiste tras el fallido intento separatista catalán del año pasado. (AP Foto/Manu Fernandez)

El presidente del gobierno español Pedro Sánchez, a la izquierda, y el presidente de Cataluña, Quim Torra, conversan en Barcelona, España, el jueves 20 de diciembre de 2018, para avanzar en un diálogo tendente a poner fin a una crisis política que persiste tras el fallido intento separatista catalán del año pasado. (AP Foto/Manu Fernandez)

El presidente de gobierno español Pedro Sánchez y el presidente regional de Cataluña, Quim Torra, acordaron el jueves encontrar una salida a una crisis política derivada del fallido intento separatista del año pasado.

Al término de las conversaciones entre Sánchez y Torra en la ciudad catalana de Barcelona, ambos gobernantes emitieron un comunicado conjunto en el que se pronuncian a favor del diálogo para poner fin a la disputa.

En el texto, los gobiernos central y regional reconocen la existencia de un conflicto sobre el futuro de Cataluña. Sin embargo, afirmaron que “a pesar de que mantienen diferencias notables sobre su origen, naturaleza o sus vías de resolución, comparten, por encima de todo, su apuesta por un diálogo efectivo que vehicule una propuesta política que cuente con un amplio apoyo en la sociedad catalana”.

Ambas partes acordaron asimismo que integrantes de sus respectivos gobiernos vuelvan a reunirse en enero.

Los gobiernos de España y Cataluña tienen fuertes diferencias desde que el parlamento catalán emitió el año pasado una declaración de independencia que Madrid consideró ilegal y debido a la cual las autoridades españolas asumieron el control administrativo de la región y encarcelaron a varios dirigentes del movimiento separatista.

Sánchez y Torra conversaron inicialmente en julio en la primera medida del Presidente del gobierno español para normalizar las relaciones con las autoridades separatistas de Cataluña desde que ambos gobernantes asumieron este año sus cargos.

A pesar de la disposición al diálogo mostrada por las partes, ninguna ocultó sus grandes diferencias para hallar la manera de solucionar la peor crisis política de España en casi tres décadas.

La portavoz del gobierno catalán, Elsa Artadi, dijo a la prensa al término de la reunión que Torra mantiene la posición de que la respuesta es un referendo legal vinculante sobre la independencia.

La ministra española de Política Territorial, Meritxell Batet, dijo que el gobierno federal no ha cambiado su postura de que sería ilegal la realización de un referendo de ese tipo por parte de una región del país.

“Estamos convencidos que podemos caminar hacia una solución política dentro de la Constitución”, afirmó Batet.

Consejo de Ministros se mudó a Barcelona

El presidente del gobierno español Pedro Sánchez y los miembros del gabinete arribaron el viernes a un palacio en el centro de Barcelona para su reunión semanal, que se realiza en la capital catalana a pesar de las protestas se los separatistas.

El gobierno socialista lo dispuso para transmitir una imagen de normalidad, pero persistía la tensión en Cataluña a pesar de los avances registrados en las conversaciones del jueves con el presidente regional Quim Torra, un separatista.

El viernes se produjeron algunos encontronazos en el centro de Barcelona entre manifestantes independentistas que intentaban llegar al lugar de reunión del gabinete y la policía.

Los manifestantes bloquearon una autopista principal y decenas de vías, lo que provocó trastornos en el tráfico de entrada y salida de la ciudad.

La policía regional Mossos d’Esquadra dijo que un manifestante fue arrestado por desorden un espacio público cerca de la sede céntrica de la Policía Nacional. La policía regional fue reforzada con cientos de agentes antimotines de la fuerza nacional.

El lugar habitual de reunión del gabinete es en Madrid, pero Sánchez ha prometido llevarlo a otras ciudades como gesto de descentralización.

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