El papa Francisco concede el voto a las mujeres en el Sínodo de los Obispos

Una decisión histórica. Los grupos de mujeres católicas que han criticado durante mucho tiempo al Vaticano por tratarlas como ciudadanas de segunda elogiaron la decisión.

El papa Francisco preside una reunión con los obispos en el Vaticano. Foto: Zenit

El papa Francisco ha tomado una importante e histórica decisión. Este miércoles decidió dar a las mujeres el derecho al voto en una próxima reunión de obispos, una reforma que refleja su esperanza de dar a las mujeres mayores responsabilidades en la toma de decisiones y a los laicos más voz en la vida de la Iglesia católica.

En la práctica, el papa alteró las normas que rigen el Sínodo de los Obispos, un organismo del Vaticano que congrega a los obispos del mundo en reuniones periódicas y responde a las aspiraciones reclamadas por la mujeres durante décadas sobre el derecho al voto.

El Vaticano publicó el miércoles las modificaciones aprobadas, que enfatizan la visión de que los fieles laicos asuman un papel más importante en los asuntos de la iglesia, durante mucho tiempo en manos de clérigos, obispos y cardenales.

Los grupos de mujeres católicas que han criticado durante mucho tiempo al Vaticano por tratar a las mujeres como ciudadanas de segunda clase inmediatamente elogiaron la medida como histórica en los 2000 años de vida de la iglesia.

“Esta es una grieta significativa en el techo de vidrios de colores y el resultado de la defensa, el activismo y el testimonio sostenidos” de una campaña de grupos de mujeres católicas que exigen el derecho al voto, dijo Kate McElwee, de la Conferencia de Ordenación de Mujeres, que aboga por las mujeres sacerdotes.

Desde el Concilio Vaticano II, en la década de los 60, con sus reformas que modernizaron la iglesia, los papas han convocado a los obispos de todo el mundo a Roma durante algunas semanas para debatir temas particulares. Al final de las reuniones, los obispos votan propuestas específicas y se las presentan al papa, quien luego elabora un documento teniendo en cuenta sus puntos de vista.

Hasta ahora, las únicas personas que podían votar eran los hombres. Pero bajo los nuevos cambios, cinco hermanas religiosas se unirán a cinco sacerdotes como representantes con derecho a voto de las órdenes religiosas. Además, Francisco ha decidido nombrar a 70 miembros no obispos del Sínodo y pedido que la mitad sean mujeres. Ellos también tendrán voto.

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El objetivo es incluir a jóvenes entre estos 70 miembros no obispos. Serán propuestos por bloques regionales con Francisco tomando la decisión final.

“Es un cambio importante, [pero] no es una revolución”, dijo a la prensa vaticana el cardenal Jean-Claude Hollerich, uno de los principales organizadores del Sínodo.

La próxima reunión, programada del 4 al 29 de octubre, se centra en el tema de hacer que la iglesia refleje y responda más a los laicos, un proceso conocido como “sinodalidad” que el papa ha defendido durante años.

La reunión de octubre estuvo precedida por un sondeo sin precedentes de dos años de fieles católicos laicos sobre su visión de la iglesia y cómo puede responder a mejoarar las necesidades de los católicos de hoy.

Hasta ahora, solo se sabe que una mujer es electora en esa reunión de octubre, la hermana Nathalie Becquart, una monja francesa que es subsecretaria en la oficina del Sínodo de Obispos del Vaticano. Cuando fue nombrada para el cargo, en 2021, llamó a Francisco “valiente” por haber empujado los límites de la participación de las mujeres.

Para fines del próximo mes, siete bloques regionales propondrán 20 nombres cada uno de miembros no obispos a Francisco, quien seleccionará 10 nombres cada uno para llevar el total a 70.

El cardenal Mario Grech, quien está a cargo del Sínodo, destacó que con los cambios un 21% de los representantes de la reunión de octubre serán no obispos. La mitad de ese grupo son mujeres.

De todos modos, el cardenal ha reconocido el malestar dentro de la jerarquía sobre la visión de inclusividad de Francisco, pero enfatizó que el Sínodo continuaría teniendo una mayoría de obispos al mando.

“El cambio es normal en la vida y la historia”, dijo Hollerich a los periodistas. “A veces hay revoluciones en la historia, pero las revoluciones tienen víctimas. No queremos tener víctimas”, dijo entre risas.

La Ordenación de Mujeres Católicas (CWO, por sus siglas en inglés), un grupo con sede en el Reino Unido que dedica a combatir la misoginia en la iglesia, dio la bienvenida a la reforma, pero pidió más.

“CWO querría transparencia y laicos elegidos de las diócesis en lugar de elegidos por la jerarquía. Pero es un comienzo” dijo Pat Brown de CWO.

Por otro lado, Francisco ha ratificado la prohibición de la Iglesia católica de ordenar mujeres como sacerdotes, pero ha hecho más que cualquier otro papa en los últimos tiempos para dar a las mujeres una mayor participación en la toma de decisiones, consideran medios vaticanistas.

Ha designado a varias mujeres para puestos de alto rango en el Vaticano, aunque ninguna encabeza sus principales oficinas o departamentos, conocidos como dicasterios.

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