España se ha convertido en el segundo país con más víctimas mortales por el coronavirus. El Ministerio español de Sanidad confirmó hoy miércoles que el número de fallecidos se elevó a 3 434 personas después de haber registrado 738 decesos durante las últimas 24 horas. China reportó un total de 3 287 fallecimientos. En estos momentos en España ya hay 3 434.
La región más afectada es Madrid, donde han muerto 1 825 personas, el 53% de los que han perdido la vida en todo el país. Se ha convertido en la ciudad del mundo en la que más vertiginosamente avanza el coronavirus.
Sobre el total de casos diagnosticados, España sumó este miércoles 7 937 hasta un total de 47 610, según los datos que ofrece a diario el Ministerio de Sanidad. Aunque la infranotificación de diagnósticos en varias zonas de España sigue siendo evidente por la falta de test, el incremento registrado este miércoles fue del 20%. Hay 26 960 personas hospitalizadas. De ellas, 3 166 están en cuidados intensivos, mientras que 5 367 han recibido ya el alta, informó el periódico El País.
El número de muertos en Italia llegó a 683 hoy miércoles, una disminución en la tasa diaria después de un aumento el día anterior. La tasa de nuevas infecciones se desaceleró por cuarto día consecutivo, aumentando en 3 491 en comparación con 3 612 el día anterior.
En todo el mundo, el número de casos confirmados de coronavirus ha aumentado a más de 423 000. Pero es probable que el número real de casos globales sea mucho mayor. Los funcionarios en regiones españolas como Madrid y Cataluña inicialmente lidiaron con la escasez de recursos para hacer las pruebas definitorias pidiéndoles a las personas con síntomas leves que se autoaislaran.
Desplegados para asistir en la lucha contra el coronavirus, los soldados españoles han encontrado a ancianos residentes de hogares para la tercera edad solos. A veces abandonados o muertos en sus camas.
Normalmente, esos hogares guardan los cuerpos en cámaras frigoríficas antes de que los servicios fúnebres los recojan. Pero ahora se instruye a sus trabajadores dejar los cuerpos para que los recoja personal funerario debidamente equipado.
Muchos cuidadores de ancianos han abandonado su trabajo diciendo que están en condiciones peligrosas sin suficiente equipo de protección.