Justicia italiana: “Las cosas de los migrantes están contaminadas”

Una fiscalía ha denunciado que “la ropa desechada por los migrantes en su viaje desde Libia a Italia y sus accesorios podrían estar contaminados con VIH, meningitis y tuberculosis”.

En esta imagen de archivo, tomada el 27 de abril de 2017, las pertenencias de un migrante muerto en un naufragio en Lampedusa, Italia, el 13 de octubre de 2013, dentro de la exposición "La Tierra Inquieta", en la Trienal de Milán, Italia. A través del trabajo de más de sesenta artistas de todo el mundo, incluyendo Albania, Argelia, Bangladesh, Egipto, Ghana, Irak, Líbano, Marruecos, Siria y Turquía, la exposición examina las transformaciones en todo el mundo, especialmente abordando el problema de la migración y la crisis de refugiados. (AP Foto/Luca Bruno)

Las autoridades italianas han ordenado la incautación del Aquarius, el barco de rescate de migrantes, si vuelve a pasar por Italia, después de afirmar que “la ropa desechada por los migrantes en su viaje desde Libia a Italia y sus accesorios podrían haber estado contaminados por el VIH, la meningitis y la tuberculosis”.

Los fiscales de Catania, en el este de Sicilia, alegaron que los desechos fueron etiquetados ilegalmente por la tripulación del barco como “desechos especiales” en lugar de “desechos tóxicos”.

El Aquarius se encuentra actualmente anclado en Marsella, Francia, donde hasta ahora está fuera del alcance de las autoridades italianas. El barco es operado por las organizaciones benéficas Médecins Sans Frontières (MSF) y SOS Méditerranée. Los fiscales en Catania dijeron: “Si Aquarius desembarcara en Italia, se lo pondría de inmediato en confiscación”.

Las autoridades italianas han investigado a 24 personas por “tráfico y gestión ilegal de residuos”, incluido el capitán de Aquarius, Evgenii Talanin y a Michele Trainiti, subjefe de la misión de Italia de MSF. Los fiscales sicilianos también multaron a MSF con un total de € 460,000 y congelaron algunas de sus cuentas bancarias en Italia.

El barco se ha quedado atascado en Marsella desde que las autoridades panameñas revocaron su bandera, después de “quejas de las autoridades italianas”. Pero el barco parecía haber alcanzado un acuerdo con un país que ofrecería la bandera a la ONG (no se reveló cuál) y estaba listo para abandonar el puerto francés en pocos días para llegar a las aguas de Libia.

Matteo Salvini, el viceprimer ministro italiano, de extrema derecha, saludó la incautación del barco y tuiteó: “Parece que hice bien en cerrar los puertos italianos a las ONG”.

Casi todos los botes de rescate de las ONG´s han desaparecido del Mediterráneo central desde que Salvini anunció, poco después de asumir el cargo, que estaba cerrando los puertos italianos a los barcos de rescate no italianos.

En una declaración publicada el martes, MSF describió las acusaciones contra la tripulación de Aquarius como “desproporcionadas e infundadas, con el único objetivo de criminalizar aún más la acción médico-humanitaria que salva vidas”.

“Después de dos años de acusaciones difamatorias e infundadas, como que somos traficantes de personas, para ir en contra de nuestro trabajo humanitario, ahora estamos acusados ​​de crimen organizado dirigido al tráfico ilícito de desechos. Este último intento por parte de las autoridades italianas de detener a cualquier costo la capacidad humanitaria de búsqueda y rescate para salvar vidas es siniestro” escribió Karline Kleijer, jefa de emergencias de MSF.

El número de muertos en el Mediterráneo ha disminuido en el último año, pero el número de personas ahogadas como proporción de las llegadas a Italia ha aumentado considerablemente en los últimos meses, con la posibilidad de morir durante el cruce ahora tres veces más alto. Según la Organización Internacional para las Migraciones, en lo que va de 2018, más de 21,000 personas han hecho el cruce y 2,054 han muerto: una de cada diez.

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