Muere repentinamente en prisión el opositor ruso Alexéi Navalni

Navalni “se sintió mal después de un paseo, perdiendo casi inmediatamente el conocimiento”, según el informe que habría confirmado su fallecimiento.

Navalni visto en una pantalla a través de un enlace de vídeo durante una audiencia del Tribunal Supremo en Moscú, Foto: Yuri Kochetkov/EFE.

El opositor ruso, Alexéi Navalni, murió este viernes repentinamente en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre, según informes de los servicios penitenciarios de Rusia, de los que se hacen eco varias agencias internacionales. Tenía de 47 años.

“Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento”, señala el comunicado oficial, citado por EFE.

El medio ruso Sputnik, citando otros detalles de esta información, agrega que Navalni “se sintió mal después de un paseo, perdiendo casi inmediatamente el conocimiento”.

Según este informe, y de acuerdo con el servicio penitenciario ruso “se llevaron a cabo todas las acciones de primeros auxilios, pero no dieron resultado.”

Minutos después de conocerse la noticia, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguraba que el Kremlin no tiene información sobre las causas de la muerte en prisión del líder opositor.

“Los médicos tienen que aclararlo”, dijo Peskov, citado por la agencia TASS”, después de que los servicios penitenciarios confirmaran la muerte del conocido opositor.

En tanto, la portavoz de Navalni, Kira Yarmysh, dijo desde X que el abogado del opositor estaba viajando a Kharp, donde había estado cumpliendo su condena.

Opositor ruso sentenciado a 9 años en cárcel de máxima seguridad

Navalny fue detenido en enero de 2021 a su regreso a Rusia, después de recuperarse en Alemania donde recibió hospitalización por un aparente envenenamiento que atribuyó a Putin. Desde su arresto fue condenado a altas penas de cárcel bajo acusaciones de “extremismo” y “fraude”.

Su movimiento movilizó amplias manifestaciones antigubernamentales que fueron duramente reprimidas por Putin. En agosto del año pasado fue condenado a 19 años de prisión y hasta mediados de diciembre estuvo detenido en una cárcel de máxima seguridad cerca de Moscú hasta que fue trasladado a Kharp.

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