Lo prohibido

Conozco a unos cuantos que extrañan a Alfredito Rodríguez con todas las fuerzas de sus corazones. Nos guste o no nos guste, Alfredito fue un cantante extraordinariamente popular. Tenía tantos admiradores como detractores. Cuando se fue de Cuba muchos lo sintieron y otros se alegraron.

“Afortunadamente nunca lo volveremos a ver en la televisión”, me dijo una amiga. “¡Tan buenos que eran sus programas!”, exclamó una vecina. A mí, francamente, me daba lo mismo. Pero desde que me dieron la famosa cajita de la televisión digital tengo acceso al nuevo canal de música, Clave. Y ya van dos veces que lo sintonizo y me encuentro a Alfredito en el concierto de presentación de su disco Soy lo prohibido.

Teniendo en cuenta que nunca más ha aparecido en los canales nacionales, pueden estar pasando dos cosas: que los responsables del canal Clave son rendidos admiradores del cantante (capaces de desafiar “la censura”), o que pronto se levantará la tácita prohibición y Alfredito cantará nuevamente para los cubanos, por todos los canales, en todas las emisoras.

Para mi amiga será un castigo. Para mi vecina, un feliz reencuentro. Y a mí me seguirá dando lo mismo.

Microcrónicas

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