Por estos días se llenan nuestros buzones con mensajes de apoyo, preocupación y sugerencias que envían lectores y seguidores de OnCuba desde todo el mundo, principalmente desde Estados Unidos.
Les inquieta la predecible tormenta de críticas provenientes de un grupo que disiente de este proyecto innovador y excepcional.
Agradecemos a todos. Ambas inquietudes muestran que avanzamos por buen camino, que ocupamos un espacio relevante que no debemos ni pretendemos obviar.
Ese necesario, saludable y hasta inspirador debate, es el motor impulsor que nos nutre. No existe mayor motivación que una buena dosis de críticas –mejor si tuvieran la intención de construir, en lugar de destruir.
Con apenas cuatro años de existencia, OnCuba, en su versión digital, es uno de los medios más leídos sobre Cuba a nivel global. La versión impresa, por su parte, posee una distribución sin precedentes: es placentero ver nuestras revistas en las tiendas y aeropuertos más importantes de los Estados Unidos. Ellas, junto a Art OnCuba, OnCuba Real Estate y OnCuba Travel, integran la única plataforma de medios que descubre un país desde sus más amplios, hermosos y controversiales aspectos.
Quedan muchas metas por alcanzar. Las huellas llevan peso; los caminos, trabajo y esfuerzo. Mientras tanto, nuestras ventas, suscripciones y lectores se multiplican. Crecemos.
A nuestros seguidores de una y otra posición: tal vez OnCuba no es lo que alguno de ustedes quiere que sea; incluso puede no ser lo que dicen que es. Comprendemos que no seremos siempre capaces de satisfacerlos a todos.
OnCuba es lo que hemos construido quienes creemos que es posible hacer un mejor periodismo, sincero, veraz y desde múltiples voces. Sin influencias externas, superando viejos axiomas, rechazando cortinas de humo y resistiendo manipulaciones.