Bicicletas: La Habana a otra velocidad

Para moverse a gusto la mejor velocidad es la de una bicicleta. Supera la lentitud de andar a pie, y a la vez no sacrifica la experiencia de vivir un lugar, de mirar alrededor sin vértigo. La velocidad del carro se traga los detalles, ante la vista todo pasa pronto, el paisaje es fugaz. “Ente dócil y de conducta modesta”, la describió Julio Cortázar, que celebraba la “sencilla espontaneidad de las bicicletas”.