Es obvio que Roberlandy Simón no pertenece a las gradas, donde apenas cabe sentado y mira encogido al lugar donde debería estar: en la cancha, como el capitán que fue. Su sola presencia en la Ciudad Deportiva emocionó a muchos, yo incluido, que tras cada jugada girábamos la vista para buscar su aprobación o reprobación, sin encontrar más que un rostro impávido, nostálgico tal vez…
Simón tenía la misma cara que le vimos a Osmany Juantorena cuando el Cuba jugó hace dos semanas en Italia, y la televisión no paraba de enfocarlo. Cara de “yo soy uno de los jugadores más cotizados en Europa, yo debería estar ahí, con mi equipo”. Cara de ojalá cambien las cosas.
Al terminar el partido, cuando sus admiradores le dieron –y me dieron- un chance, le saqué par de declaraciones previas a una entrevista más profunda que, con video incluido, publicará OnCuba esta semana. Gentil, me contestó con la misma sencillez que conversamos hace cinco años, cuando yo empezaba a cubrir la Liga Mundial y él, siendo el mejor central del mundo, iba en el infernal transporte público a la Escuela Nacional de Voleibol.
Cuba rompe una racha de siete derrotas al hilo, nada menos que ante el campeón olímpico, Rusia… ¿qué piensas de este equipo cubano?
Siempre me gustó este equipo, desde que lo vi jugar. Son muchachitos jóvenes con muy buenas perspectiva respecto a lo que es el mundo del voleibol contemporáneo, más exigente y con ligas en todo el mundo. Hoy jugaron su mejor partido del año, y lo hicieron en casa. Es muy bonito que su público tenga nuevamente esas satisfacciones que antes se le daban. Tienen que seguir luchando, porque quizá este año no, pero el próximo serán un mejor equipo, más completo, capaz de llegar más lejos.
¿Qué sientes viendo jugar a Cuba desde la tribuna?
Por ahora la cosa es simple: ellos juegan, nosotros observamos. Me gusta verlos ganar porque soy cubano, no tengo otra nacionalidad. Me gustaría volver a jugar con mi país. Este año hice la petición, les dije que en cualquier momento, si un día cambian las cosas, yo estoy dispuesto a jugar con Cuba. En miles de entrevistas me han preguntado si algún día jugaré por otro país y siempre respondo que soy cubano. Siempre seré cubano.
En el béisbol ya mandaron a tres peloteros activos a la Liga Mexicana… ¿Crees que pueda pasar lo mismo con el voleibol?
No lo sé. Espero por ellos (los voleibolistas) que sí. Eso los desarrollaría más y los llevaría a ver lo que es el voleibol actual del mundo.
No sé si el gobierno disfruta por ello, pero yo como cubano siento el no poder ver a mis dioses del voley (Simón, Leal, Hierrezuelo, El Ruso, el guerrero Bell) jugar nuevamente defendiendo nuestra bandera. De qué depende? de una decisión? De un simple SI, la melancolía que sentimos los aficionados cubanos es … llega a crear un nudo en la garganta. Seguirán siendo mis “dioses del vóley” y espero que mentes cerradas e insensibles se abran pronto y me permitan disfrutar de ellos aquí en mi tierra. Así volver a ver esos nombres en las camisetas y apuntarlos para escribirlos sin faltas, porque buscar sus desempeños en internet hacen que me sienta impotente. Yo como cubano los perdono por sus decisiones (si acaso es eso lo que hace falta) y admiro que prefieran quedarse en casa, antes de defender los colores de otros países.