Una drag queen encabezará el desfile de una de las escuelas de samba más renombradas de Río de Janeiro el lunes por la noche, mientras las celebraciones del Carnaval continúan con la tradición de ridiculizar a íconos culturales y combatir las barreras sociales.
Pabllo Vittar actuará con la escuela Beija-Flor de Nilopolis, cuyo tema es promover la tolerancia. La campeona del año pasado, Portela, interpretará la historia de los judíos que huyeron de la persecución en Europa a Brasil.
Vittar es una sensación en la escena pop brasileña, y el Carnaval ha sido por años un lugar para celebrar la sexualidad y la diversidad. Pero Brasil también tiene una de las tasas más altas de violencia contra personas gay y transgénero de Latinoamérica, y Beija-Flor abordará la intolerancia contra la comunidad LGBT y otras.
“Será un desfile que resalte un tema tan importante … porque vemos muchas escenas de homofobia y transfobia en las calles”, dijo Vittar a la revista Época en una entrevista reciente. “Es muy importante abordar este tema en el Carnaval para que podamos diseminar este mensaje (de tolerancia) todos los días”.
También el lunes, la organización Grupo Gay de Bahía realizará su concurso anual de disfraces LGBT en Salvador. Los participantes resaltarán las altas tasas de violencia contra mujeres, así como la homofobia y transfobia en Brasil.
En la ciudad nororiental de Olinda, entretanto, los juerguistas comenzaron el desfile anual de globos gigantes. Los globos representaron a figuras políticas como el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un, así como a celebridades internacionales como Michael Jackson, los Beatles y astros brasileños del deporte y el entretenimiento.
En el Carnaval cualquiera puede ser ridiculizado, y muchos brasileños han aprovechado para criticar a sus líderes en momentos de intenso descontento con la clase política. El domingo, una flota del desfile de samba en Río incluyó un trasero plástico con el nombre del alcalde Marcelo Crivella escrito en el mismo. En fiestas alrededor del país, parranderos han denunciado al presidente Michel Temer y al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, entre otros políticos.
Al ambiente de ansiedad se suma una ola de crimen en Río mientras bandas de narcotraficantes dan la batalla en las calles. Las autoridades prometieron un despliegue de seguridad de 17.000 agentes que patrullarían todos los días durante las celebraciones del Carnaval, pero los medios brasileños reportaron varios atracos el fin de semana en los exclusivos barrios turísticos de Copacabana, Ipanema y Leblon.
AP / OnCuba