El “optimismo desaforado” y la aparente felicidad que vendían los anuncios publicitarios de la década de 1950 sirven al diseñador cubano Jorge Rodríguez Diez, conocido artísticamente como R10, para documentar de manera muy personal el “deshielo” entre la Isla y EE.UU. en The Banana Issue, una muestra que exhibirá este mes en territorio estadounidense.
Esta será la primera exhibición en solitario de Jorge Rodríguez (La Habana, 1969) en Estados Unidos, una oportunidad “afortunada” en medio del renovado estado de tensión bilateral y el cierre virtual de la embajada estadounidense en La Habana.
Para el artista también es una novedad exponer en Cincinnati (Ohio), un circuito “fresco” para los creadores cubanos que supone “una gran expectativa por ver cómo reacciona ese público al contenido de las piezas, obviamente político y social”.
“Esta exposición fue concebida como una crónica o un recuerdo personal sobre lo que pasó en Cuba a nivel emocional, práctico y político en la época de la aproximación entre Cuba y EE.UU. y a raíz de que Obama decidió visitar Cuba en 2016″, dijo R10 a Efe.
Para el diseñador y pintor este fue un tiempo en el que se respiraba una “nueva esperanza, una ilusión de que las cosas podían mejorar” y en el que Cuba “se puso de moda”.
“Fuimos muy populares en ese momento. Hubo un desfile de Chanel, concierto de los Rolling Stones y muchísima gente vino con mucha ansiedad de consumir la ‘cubanía'”, insistió el artista desde su casa en el Vedado habanero, convertida en estudio y galería para sus piezas.
De un extremo al otro
Al “dinamismo social” que acompañó al “deshielo”, iniciado en diciembre de 2014 y afianzado seis meses después con el restablecimiento oficial de relaciones, le siguió la “desilusión” ante el “enfriamiento” tras la victoria del actual presidente Donald Trump, contrario al acercamiento bilateral.
“Es una serie bien cerrada. Va de un extremo a otro, de la esperanza a la pérdida de esa esperanza”, explica el autor, que abrirá The Banana Issue el próximo 24 de marzo en la galería Marta Hewett de Cincinatti, auspiciado por Bridges not Walls, proyecto sin fines de lucro iniciado desde EE.UU. para tender puentes entre la cultura de ambas naciones.
La alusión a la estética publicitaria vintage no es casual para R10, que la recuerda en las viejas revistas Reader’s Digest guardadas en su casa como la “única publicidad que se veía” en la Cuba de los setenta.
“Estos dibujos proyectaban optimismo y fe. A medida que pasó el tiempo y nuestra vida se hizo más difícil, me resultó muy interesante aprovechar esa extraordinaria confianza en el porvenir para hablar sobre la inseguridad y la desconfianza, no solo en el mañana, sino en el hoy”, explicó.
The Banana Issue incluye una docena de piezas que semejan carteles publicitarios donde “todos los personajes ríen y proyectan un optimismo desaforado” para esconder “una inseguridad y una duda sobre qué va a pasar, no solo en Cuba, sino con el resto del mundo”, señaló.
Cronista visual
R10 es uno de los principales cronistas visuales del pasado cubano y a la vez un observador agudo del presente, los que refleja con la ironía y la mordacidad de un país que acostumbra a reír de sus desgracias para no llorar.
Sus obras ofrecen una visión crítica sobre cuestiones como la situación de la ya envejecida generación que impulsó la revolución cubana, el origen de ideologías como el socialismo donde la “distancia entre la teoría y la práctica es enorme” y más recientemente sobre temáticas globales.
Casi como una continuación de las piezas que narran la euforia del “deshielo”, R10 creó The Big Fish como una “catarsis”, relacionada con “la exageración, la mentira” y centrada en la figura de Donald Trump, al que presenta beligerante, como un luchador de sumo o un “fenómeno de circo” que se jacta de su poder.
Alejado de caricaturas y el “tratamiento superficial que le ha dado el arte a Trump”, el artista no busca ridiculizar y sí “adentrarse en la psicología del personaje, de modo que no se identifique únicamente un ataque, sino que el espectador piense”.
Hoy R10 prepara ya su próxima muestra, prevista para noviembre en Nueva York, y piensa en cómo hablar de problemas actuales como el movimiento contra el acoso sexual Me Too y la “masacre en (la escuela de Parkland) Florida donde murieron muchos jóvenes”.
Este acontecimiento inspiró una de sus últimas obras, donde un personaje limpia varias manchas de sangre en el piso con un paño blanco.
Yeny García / EFE / OnCuba