“Creo que es mi deber cívico contarles lo que me pasó”. Con estas palabras, Chistine Blasey Ford comenzó su testimonio en una audiencia del Comité Judicial del Senado. Con voz a ratos temblorosa, pero persuasiva, respondió las preguntas –unas más técnicas, otras políticamente motivadas—acerca del tema convocante: el intento de violación que dice haber sufrido hace tres décadas por parte del adolescente Bert Kavanaugh, el juez propuesto por el presidente Donald Trump para magistrado de la Corte Suprema.
Ford ha sostenido que en una fiesta Kavanaugh la inmovilizó en una cama sobre su espalda, la manoseó y le tapó la boca para que no gritara. “Creí que iba a violarme”, dijo en una carta. Si bien ahora ha reconocido no recordar algunos detalles, ha reafirmado que no tiene dudas acerca de que Kavanaugh fue el individuo que la agredió.
“¿Con qué grado de certeza Ud. está segura de que fue el señor Kavanaugh?” –le preguntaron. “100%” –respondió sin vacilación. Y abundó desde su perfil de psicóloga: “Funciones básicas de la memoria, ciertas funciones que codifican ciertas memorias en el hipocampo”.
Con esto prácticamente cayó al piso la posibilidad de que confundiera la identidad de su acusador, lanzada la semana pasada por el comentarista conservador Ed Whelan, quien en su cuenta de Twitter incluyó una foto de un compañero de Kavanaugh que, según él, podría ser el verdadero agresor. La afirmación de Whelan desencadenó una controversia inmediata. Después borró los tweets y se disculpó.
Suele haber consenso sobre su credibilidad, pero en una sociedad polarizada es difícil anticipar los resultados definitivos. La cadena Fox sin embargo se atrevió a anticiparlos desastrosos para los republicanos.
En la segunda jornada, el candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, airada e “inequívocamente” negó haber agredido sexualmente a Christine Blasey Ford: “No estuve en la fiesta descrita por la Dra. Ford”, le dijo al Comité intentaando salvar su nominación frente a las acusaciones públicas de mala conducta sexual por parte de tres mujeres. “Este proceso de confirmación se ha convertido en una desgracia nacional”.
“Todo este esfuerzo de dos semanas ha sido un golpe político calculado y orquestado, alimentado por una ira aparentemente reprimida por el presidente Trump y las elecciones de 2016, temor que se ha avivado injustamente sobre mi historial judicial, venganza en nombre de los Clinton y millones de dólares en dinero del exterior, grupos de oposición de izquierda “, dijo Kavanaugh. “Esto es un circo”.
“Soy inocente”, concluyó enfáticamente.
Mientras se efectuaba la audiencia, fuentes cercanas al presidente Trump aseguraron que apoyaría a Kavanaugh. Casi inmediatamente después de concluida, Trump tuiteó lo siguiente:
“El juez Kavanaugh le mostró a Estados Unidos exactamente por qué lo nominé. Su testimonio fue poderoso, honesto y fascinante. La estrategia de búsqueda y destrucción de los demócratas es vergonzosa, y este proceso ha sido una farsa y un esfuerzo total para retrasar, obstruir y resistir. ¡El Senado debe votar!”.
El Comité Judicial del Senado tiene programado votar el nombramiento de Kavanaugh el viernes.
El pleno del Senado podría actuar la próxima semana.