Cuba prevé que su producción de níquel y cobalto, una de sus principales fuentes de ingresos en divisas, alcance más de 50 mil toneladas al cierre de 2018, informaron este jueves medios de prensa de la Isla.
La industria cubana del níquel cuenta con las empresas estatales Moa Nickel S.A. “Pedro Soto Alba” –en la que participa como inversionista la compañía canadiense Sherritt Internacional– y la “Comandante Ernesto Che Guevara”, situadas en la localidad de Moa, en la provincia oriental de Holguín.
Ambas plantas conforman un conglomerado minero-metalúrgico que ubica a Cuba entre los 10 primeros productores de níquel en el mundo, por lo que requieren de constantes inversiones para modernizarlas y mantenerlas en explotación.
La proyección inmediata del Grupo Empresarial Cubaniquel está encaminada a buscar “más eficiencia metalúrgica, reducir los costos y diversificar la producción”, según dijo su director, Eder Oliveros, citado por el periódico Ahora!, de Holguín, considerada la “capital del níquel” en la Isla.
Actualmente se invierten unos 50 millones de pesos (equivalentes a unos 2 millones de dólares) en mantenimientos a puntos vitales de la planta “Che Guevara” que tiene un plan anual de producción de unas 19 mil toneladas de níquel.
En esa industria las acciones se concentran en los hornos de reducción, los sistemas de captadores de polvo, para minimizar las pérdidas de mineral y afectaciones al medioambiente, según explicó su director, Yovani Aldana.
Durante la primera década de este siglo, Cuba produjo un promedio anual de 74,000 toneladas de níquel y cobalto, pero en los últimos años esa cifra se redujo a alrededor de 55,000.
Las cotizaciones del níquel, que se usa para fabricación de acero, aleaciones especiales y artículos de alta demanda como baterías, teléfonos móviles, automóviles, superan hoy los 11,200 dólares por tonelada –una caída desde precios que llegaron a triplicar esa cifra–; en tanto, las del cobalto, rondan los 55,000 dólares.
Los ingresos por la exportación del níquel cubano –cuyo principal cliente es China, seguido de Canadá y países de Europa– se han estimado en los últimos años en el entorno de los 600 millones de dólares anuales, según datos oficiales.