Las historias de lobos que han cuidado niños extraviados son las más conocidas, pero esta vez, se trata de la historia de un pequeño niño de tres años que pasó dos noches perdido y solo en un bosque y sometido a temperaturas por debajo de cero grados.
Casey Hathaway se perdió a finales de enero de 2019, en una zona boscosa en el Condado de Craven, Carolina del Norte. El pequeño estaba jugando con su hermana y su prima en el patio trasero de la casa de su bisabuela, pero no regresó.
“Los otros entraron a la casa pero lo dejaron allí y se fue a alguna parte y no podemos encontrarlo”, dijo la señora a la policía, según publicó CNN.
La búsqueda que movilizó a centenares de voluntarios y varios cuerpos, se realizó con un clima adverso de intensa lluvia y ráfagas de viento fuertes en un área de 400 hectáreas.
Los rescatistas utilizaron helicópteros, drones y perros en un equipo integrado por buzos, marines, el FBI, criminalistas…
Al tercer día de búsqueda escucharon la voz del niño llamando a su madre. Por 45 minutos estuvieron siguiendo la voz, hasta que dieron con el pequeño Casey, enredado en un arbusto espinoso, empapado en agua, pero sano.
Las temperaturas en el bosque estaban a punto de congelación, sin embargo, el niño pudo resistir el temporal.
Mientras lo atendían en la sala de emergencia el niño hizo una confesión, según declaró el mayor David McFadyen del condado de Craven, que en su momento especularon con la posibilidad de un secuestro.
“Hizo un comentario acerca de tener un amigo mientras estaba en el bosque; su amigo era un oso”.
El sheriff del mismo condado, Chip Hughes abordó también el tema de un posible secuestro. Según dijo, cuando encontraron al niño, su cuerpo tenía una temperatura muy baja y sus dedos y piel tenían cortaduras provocadas por la escarcha.
Era una prueba de que el pequeño había estado expuesto a los elementos naturales por varias horas, y ponía en duda la posibilidad de que el niño fuera puesto en lugar para que fuera encontrado, después de haber estado los primeros días en algún sitio resguardado de las bajas temperaturas.
Hughes considera que la sobrevivencia del niño es un milagro por la vulnerabilidad del pequeño y el adverso del clima. Ha considerado la posibilidad de que sí hubiera tenido el cuidado de alguna compañía, que no podría definirlo.
“Pensé que era una historia muy linda y si eso es lo que ayudó a que el niño sobreviviera protegido por un oso, sabes qué, voy a abrazar esa historia que vino de un niño de tres años…”
Es posible que nunca se conozca todo lo sucedido en el bosque.
El niño está bien de salud. Los médicos ha hecho exámenes psicológicos forenses para evaluar su estado, pero por el momento está con su familia.
El oficial McFadyen ha dicho que en el condado hay osos, pero que aún no tienen pruebas de que Casey estuviera acompañado por uno.
Sea lo que sea que tuvo el niño para su protección, imaginaria tal vez, o la de un amigo peludo, lo salvó.
Los hechos tuvieron un final feliz, después de un agónica espera.
Muchos han querido quedarse con la versión del oso que nos recuerda aquella amistad entre el oso Baloo y el pequeño humano Mowgli en El Libro de la selva.