Francis Ford Coppola cumplió recientemente 80 años. La lógica pudiera indicar que, a su edad, tras vivir a sus anchas y haber alcanzado la cúspide de la gloria cinematográfica, podría dedicar su tiempo a descansar y disfrutar de su familia. Pero el cineasta estadounidense no ha perdido el ojo de águila que lo ha llevado a crear varias de las obras más representativas del cine norteamericano, alejadas en buena parte de los patrones comerciales de la industria de Hollywood.
El director ha estado en Cuba en varias ocasiones y espera volver este año, según declaraciones a las que tuvo acceso OnCuba. “Todavía tengo en la agenda una posible visita a Cuba que quizás pueda realizarse este año”, dijo el legendario director.
Nacido en Detroit en 1939, hijo de inmigrantes italianos, Coppola nos ha acompañado durante décadas con obras maestras como El Padrino –adaptación de la novela de Mario Puzo– y nos ha estremecido con su versión de Drácula. Apocalypse now es uno de los documentos fílmicos más demoledores de la guerra de Vietnam que fue un parteaguas en la política estadounidense y que funciona además como un calco de la época.
La música de The Doors tuvo un peso fundamental en la banda sonora de este filme. La voz telúrica de Jim Morrison y canciones como “The end” acompañaron los momentos más tormentosos e impactantes de una cinta que nos traslada directamente a la guerra en la selva vietnamita.
La película ganó dos premios Oscar en 1979, a mejor sonido y fotografía, cuatro Globos de Oro a mejor película, mejor dirección, mejor actor de reparto y mejor banda sonora, un apartado al que obviamente había que reconocerle el mérito.
Este viejo lobo del cine mundial no ha encontrado mejor forma de celebrar sus 80 que dándole forma en los pasillos de su mente a un nuevo proyecto, que considera una de sus obras más deseadas. Se llamará Megalópolis y resumirá su propia voz, asegura.
Coppola, que no ha dirigido un filme en ocho años, lo explica: “Será extraordinario, una producción muy grande, que tendrá un extenso reparto. En estos años de experiencia he ido probando diferentes estilos y tipos de películas, culminando en lo que creo que es mi propia voz e inspiración”, comentó recientemente en una entrevista con el sitio Deadline.
El director de raíces italianas comenzó a proyectar la idea de esta cinta inicios de los 2000, pero tras el atentado contra las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, el proyecto fue a parar por un tiempo al congelador.
Ahora le ha puesto ganas a este filme. “Este año planeo comenzar mi larga ambición de hacer un trabajo importante utilizando todo lo que he aprendido durante mi larga carrera a partir de los 16 años haciendo teatro, y eso será una epopeya a gran escala”, dijo.
“Será una producción con un elenco grande. Hace uso de todos mis años de probar películas en diferentes estilos y tipos que culminan en lo que creo es mi propia voz y aspiración”; enfatizó el director.
Su hija, Sofía Coppola, también es desde hace años una directora con todas las de la ley. Dos filmes, con temáticas muy diferentes entre sí, pero con la misma mirada minimalista e indagadora, la colocaron definitivamente en el radar.
Las vírgenes suicidas, con una banda sonora de la banda francesa de pop cósmico Air y Lost in Translation, un esbozo nocturnal de Tokio logrado a través de una accidenta relación sentimental, son dos filmes dirigidos desde conceptos independientes que sentaron pautas en la obra de Sofía y en la producción estadounidense.
No obstante, muy pocos recuerdan que la hija de Coppola incursionó en el cine siendo apenas una bebé, en la memorable escena del bautizo en la primera cinta de la saga de El Padrino; luego interpretó la niña emigrante en la segunda, y la hija de Michael Corleone en la tercera.
Con Las vírgenes..., recibió tres nominaciones al Óscar como Mejor Película y Mejor Dirección y se alzó con el galardón en mejor Guion Original.