China condenó hoy el endurecimiento de las sanciones estadounidenses a Cuba, que permite demandas a compañías de terceros países vinculadas a bienes expropiados en la Revolución, y volvió a pedir a EEUU que levante el bloqueo sobre la isla.
“China siempre se opone a la imposición de sanciones unilaterales fuera del marco de trabajo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El bloqueo estadounidense ha causado ya un gran daño al desarrollo económico y social de Cuba y ha trastocado la vida de su gente”, afirmó hoy el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Lu Kang en la rueda de prensa diaria.
Lu pidió a Washington que “siga los principios y propósitos básicos de la Carta de Naciones Unidas y del Derecho Internacional y levante su bloqueo sobre Cuba, lo cual está en línea con los intereses de los cubanos, del desarrollo de la isla y del propio Estados Unidos”.
La medida más polémica aprobada es la reactivación del título III de la Ley Helms-Burton estadounidense, que permite reclamar ante cortes de EEUU bienes expropiados tras la Revolución, lo que podría propiciar miles de demandas contra compañías extranjeras.
“Muchos países han expresado su rechazo, y China siempre ha pedido a Estados Unidos que actúe de acuerdo a los principios del respeto mutuo y la coexistencia pacífica, que son la vía correcta para las relaciones entre estados”, añadió Lu.
El cambio de política abrirá la puerta a demandas en EEUU contra empresas de todo el mundo, entre ellas cadenas hoteleras españolas como Meliá, Barceló o Iberostar; así como la compañía canadiense Sherritt, dedicada al sector minero y una de las principales inversionistas extranjeras en la isla.
Además de reactivar los títulos III y IV de esta ley, Washington restringirá nuevamente los viajes de estadounidenses a Cuba, sancionó a cinco empresas estatales más y limitará las remesas a 1.000 dólares trimestrales por persona, un golpe para los miles de cubanos que viven de la ayuda que sus familiares emigrados les envían.