Una fábrica de confituras, resultado de una empresa mixta entre compañías de Cuba y Eslovaquia, comenzó su construcción en la localidad de Caibarién, en el centro de la Isla.
La industria, que será la más moderna de su tipo en Cuba, se montará dentro del área que actualmente ocupa una confitera con más de 40 años de explotación y equipos en su mayoría obsoletos, según reporta la agencia Prensa Latina (PL).
Localizada al norte de Santa Clara, capital de la provincia cubana de Villa Clara, estará a cargo de expertos extranjeros y cubanos y contará con “la más moderna tecnología, que permitirá la entrega de productos para el mercado cubano y hacia la exportación”, de acuerdo con PL.
La fábrica tendrá cinco líneas de producción y entre sus productos estará el tradicional sorbeto en diferentes formatos cubiertos de fruta y bañado en chocolate. También producirá caramelos, galletas dulces y bizcochos.
De acuerdo al cronograma previsto deberá comenzar a producir en el último trimestre de 2020 y la inversión tendrá un monto de 40,9 millones de pesos.
Será operada por Proxcor S.A., resultado de la unión de la compañía eslovaca Proxenta y la Corporación Alimentaria S.A. (Coralsa), de Cuba, y es la primera empresa mixta constituida en Caibarién como parte de la estrategia de la Isla para captar inversión extranjera.
Con respecto a posibles consecuencias derivadas de la Ley Helms-Burton, el empresario eslovaco Pavol Kozik, de Proxenta, aseguró que no esperaba tener ningún problema porque saben por los representantes de la Unión Europea, de la cual Eslovaquia forma parte, “que nuestras inversiones serán protegidas”.
Además, afirmó que desde su experiencia “los cubanos sí quieren trabajar” y que aspiraba a “crear las mejores condiciones posibles para ellos” y “pagar al personal capacitado”.
Las autoridades cubanas han asegurado que, a pesar de la Helms-Burton, la Isla sigue siendo un lugar seguro para invertir y que aplicarán “todas las garantías legales” para proteger los negocios de las empresas foráneas.
En los últimos años, La Habana ha intensificado la búsqueda de capital para reforzar sus deterioradas finanzas. Cuba requiere de unos 2,500 millones de dólares de inversión extranjera anual para sostener su economía, golpeada por la crisis en Venezuela, las recientes medidas de la administración Trump y la ineficiencia interna.