Era cuestión de tiempo y se cumplió. Los Astros de Houston, el equipo de los cubanos Yuli Gurriel y Yordan Álvarez, son nuevamente los campeones de su división –la oeste de la Liga Americana– en la MLB, tras vencer este domingo como locales a los Angelinos con un arrollador 13×5.
El equipo texano se apoyó en dos de sus estrellas: el lanzador Justin Verlander y el jardinero George Springer –autor de tres jonrones–, para ganar su tercera corona divisional consecutiva y dejar definitivamente sin opciones de alcanzarlos en la tabla a los Atléticos de Oakland, que, no obstante, parecen encaminados a conquistar uno de los dos comodines.
Verlander, de 36 años, brilló nuevamente en el box. Toleró apenas seis hits y dos carreras en cinco innings para alcanzar las 20 victorias por segunda vez en su carrera y la primera desde que en 2011 hizo el doblete MVP y Cy Young de la Liga Americana. Ahora es nuevamente favorito a llevarse el Cy Young y con los cinco ponches de este domingo está a solo seis de convertirse en el 18vo pitcher en la historia que alcanza los 3.000.
Esta fue la segunda vez que Verlander abrió un juego en el que los Astros aseguraron la división tras hacerlo poco después de ser transferido de Detroit en 2017.
“La última vez que aseguré la división para los Astros de Houston acabamos logrando cosas especiales”, recordó en referencia al título de la Serie Mundial ganado ese año.
No obstante, comentó con humildad que para repetir esa experiencia es necesario ir paso a paso.
“Sé que todo el mundo anda diciendo que vamos a ganar la Serie Mundial, pero no se puede lograr eso sin hacer esto primero. Primer paso completo. Ahora viene la ronda divisional y vamos a prepararnos para ganar 11 juegos”, aseveró.
Por su parte, Springer, el MVP de la Serie Mundial de 2017 conectó tres bambinazos en los primeros cuatro innings. Luego, dispuso de dos oportunidades para igualar el récord de jonrones en un juego, pero no pudo lograrlo. Sin embargo, los Astros siguieron atacando para quedar con marca de 102-54, medio juego por encima de los Yanquis de Nueva York por el mejor récord de las Mayores.
El triunfo también tuvo aporte cubano pues tres nacidos en la Isla alinearon por los Siderales e hicieron sonar el madero: Gurriel se fue de 3-1 con una anotada, Álvarez de 4-4 –ratificando su estado de gracia– con otra anotada, mientras el villaclareño Aledmys Díaz brilló con bateo de 4-3, un jonrón, tres anotadas y tres impulsadas.
En general, los de Cuba han tenido gran protagonismo en los Astros durante toda la campaña. El Yuli llegó por primera vez a los 30 jonrones y las 100 empujadas –ya tiene 102–, y muestra línea ofensiva de .305/.350/.550 en 139 partidos jugados.
Por su parte, el tunero Álvarez se ha robado los reflectores con su estratosférico performance en solo 58 juegos: 27 cuadrangulares, 77 impulsadas y respetable línea de .326/.422/.681 que lo apuntalan como el más serio candidato a Novato del Año por la Liga Americana.
Mientras, Díaz, aunque con números menos impresionantes, también ha hecho lo suyo: en 65 partidos ha pegado 8 bambinazos, empujado a 38 compañeros y batea para .269/.342/.452.
A ellos tres se unen los pitchers Cionel Pérez y Rogelio Armenteros –de muy poca participación, pero parte del róster– para integrar un contingente cubano que podría llegar lejos en esta temporada.
En cualquier caso, aún falta por determinar su rival en unos playoffs en los que aspiran a ir por su segundo campeonato de la Serie Mundial en tres años. Con la temporada regular a punto de mate, no cabe dudas de que los Astros –y con ellos su armada cubana– son –junto a Yanquis, Mellizos, Dodgers y Bravos– uno de los principales favoritos para alzar el título del béisbol más exigente del mundo.