El número de contagios por el coronavirus en México se elevó ayer a casi 400, con lo que ya suman 3.181 las personas que han dado positivo y 174 los muertos.
El ascenso ocurre mientras diversos sectores y autoridades locales acusan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador de no hacer las pruebas suficientes y, por lo tanto, minimizar el problema.
“El número de casos es la mínima pieza de información que uno necesita”, dijo Hugo López-Gatell, vocero del gobierno para la pandemia de la Covid-19, tras explicar que lo importante del sistema de vigilancia epidemiológico que México está utilizando no es ese número, sino lo que representa.
“Lo que se ve no es todo lo hay”, subrayó el subsecretario, quien intentó explicar que el sistema de “vigilancia centinela” es el equivalente a una encuesta que estima lo que piensa toda población, sin que todo el mundo sea entrevistado.
De este modo, aunque se han hecho menos de 16.700 pruebas, el gobierno calcula que hay más de 26.500 contagiados en México, aunque solo ocho de cada diez llegan a tener un diagnóstico. Como estas personas no están identificadas, de ahí la importancia de mantener las medidas de aislamiento social.
López-Gatell subrayó que este sistema es un método probado de “vigilancia eficiente” que permite saber “cómo se comporta la epidemia de coronavirus y cómo se tienen que tomar las decisiones”, pero alertó que debido a que esos 26.500 casos son solo estimaciones, no se pueden comparar con los datos de otros países, que son de casos confirmados.
Por otra parte, el gobierno informó que los diez médicos cubanos que llegaron al país esta semana “no prestarán servicios médicos a la población, únicamente harán recomendaciones en materia de política pública”.
AP/OnC