Los bolivianos elegirán mañana un nuevo presidente, con quien el país ingresará a una nueva etapa, poniendo fin al gobierno de Jeanine Áñez.
La figura de Evo Morales marca la campaña electoral. Su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) y su candidato presidencial, Luis Arce, son los favoritos para ganar la contienda.
Sin embargo, según las encuestas, Arce no obtendrá la mayoría necesaria para vencer en la primera vuelta y tendrá que acudir a una segunda ronda el 29 de noviembre.
La Constitución boliviana declara ganador en primera vuelta al candidato que obtiene mayoría absoluta o el 40 % de los votos con 10 puntos de ventaja sobre el segundo contendiente.
De lo contario, habrá balotaje, un escenario en el que el aspirante del Mas, Luis Arce, tendría como eventual rival al derechista Carlos Mesa. Ambos figuran como los únicos con opciones de ganar mañana entre siete candidatos a la presidencia.
Los sondeos ubican en tercer lugar al ultraderechista Luis Fernando Camacho, el líder empresarial que encabezó la ofensiva golpista contra Evo Morales.
Las elecciones bolivianas no solo definen la posibilidad de una vuelta al poder del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, sino también su mayoría en ambas Cámaras del Congreso. También servirán para renovar las 36 bancas del Senado y los 130 puestos de la Cámara de Diputados.
Observadores señalan que maniobras fraudulentas podrían intentar impedir un triunfo en primera vuelta de Luis Arce y su Movimiento al Socialismo, a la vista de los esfuerzos con que el gobierno de facto y el resto de los sectores derechistas articularon su campaña de descrédito y persecución a los líderes de la agrupación izquierdista.
El secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a los actores políticos y sociales bolivianos a celebrar elecciones pacíficas y a respetar los resultados en medio de un clima de tensión al que se ha sumado una denuncia por la detención de un legislador argentino.
Guterres reafirmó su apoyo a la aspiración de los bolivianos de realizar elecciones transparentes, creíbles, participativas e incluyentes en un marco de respeto a los derechos civiles y políticos, informó su portavoz, Stéphane Dujarric, en un comunicado de prensa.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, denunció en su cuenta de Twitter que “legisladores argentinos fueron maltratados al llegar a La Paz para cumplir con sus tareas de veedores de las elecciones del domingo. Es directa responsabilidad del gobierno de facto de Jeanine Áñez preservar la integridad de la delegación argentina”.
A Bolivia también llegaron observadores de cinco organismos internacionales, entre ellos la ONU, la Unión Europea y el Centro Carter.
La nación andina vive en un clima de inquietud ante los comicios, lo que generó en días recientes que mucha gente se volcara a los mercados para aprovisionarse ante el temor de posibles conflictos después de la votación.
Bolivia busca zanjar la crisis política y el estallido social generado a fines del año pasado luego de unas elecciones que provocaron la renuncia de Morales y el ascenso de Áñez.
La pandemia del nuevo coronavirus obligó a suspender en dos ocasiones los comicios, lo cual elevó la tensión política nacional.
Associated Press/OnCuba.