El primer ministro de Portugal, António Costa, se retractó de un plan gubernamental para hacer obligatorio el uso de una aplicación de rastreo del COVID-19.
En una entrevista en televisión, Costa dijo que la polémica medida, que iba a votarse esta semana en el Parlamento, requería más debate.
Combater a pandemia, proteger as pessoas e apoiar a economia e o emprego são as prioridades do @govpt e que muito contribuem para a erradicação da pobreza.
— António Costa (@antoniocostapm) October 17, 2020
De hecho, parlamentarios como Inês Sousa Real, habían expresado que el uso obligatorio de la aplicación StayAway COVID era un “asunto de dudosa constitucionalidad”.
Varios bloques políticos habían manifestado su oposición a esta medida, que generaría multas de entre 100 y 500 euros para aquellos que no se descarguen la aplicación.
La app portuguesa Stayaway COVID ha sido descargada 2,3 millones de veces, poco más de un tercio del objetivo del gobierno.
El plan de Costas para su uso obligatorio fue calificado ampliamente como inviable. Entre otras quejas, la policía señaló que no se podía velar por su cumplimiento y los expertos legales apuntaron que era inconstitucional.
Se espera que el Parlamento apruebe el viernes la obligatoriedad de usar mascarilla al aire libre.
AP/OnCuba