El teatro cuenta, además, con un salón de protocolo y laboratorios de conservación y de restauración de papel.
El Sauto abrió sus puertas en 1863. Tiene 775 asientos y tres balcones. En su lobby hay estatuas de mármol de Carrara con diosas griegas. El techo del salón principal está adornado con pinturas de las musas.
En el Sauto se han presentado artistas de talla mundial como la actriz francesa Sarah Bernhardt en 1887, la bailarina Rusa Anna Pávlova en 1945, el compositor cubano José White, el cantante de ópera italiano Enrico Caruso y el guitarrista español Andrés Segovia.
Considerado el más elegante y funcional de los teatros decimonónicos cubanos, constituye un símbolo de la ciudad.
En 1978 fue declarado Monumento Nacional. Entre 2010 y 2018 estuvo cerrado por reparaciones.