El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, declaró una emergencia nacional por las continuas protestas de camioneros, lo que permitió al gobierno anular temporalmente los derechos civiles.
“El alcance de estas medidas será limitado en el tiempo, geográficamente específico, así como razonable y proporcional a las amenazas que pretenden abordar”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa hoy lunes.
La Ley de Emergencias de gran alcance otorga al gobierno canadiense la capacidad de prohibir las reuniones públicas, restringir los viajes y obligar a las empresas a actuar, con una compensación. Trudeau dijo que la Ley de Emergencias de 1998 se utiliza para “fortalecer y apoyar a las agencias de aplicación de la ley en todos los niveles en todo el país”.
Las protestas de camioneros por el mandato antivacunas de Canadá han causado un gran embotellamiento y trastornos en todo el país. Aron Solomon, analista legal jefe de Esquire Digital, dijo que era la primera vez que se usaba la Ley de Emergencias. Los camioneros canadienses que comenzaron a protestar por los mandatos transfronterizos de vacunación contra la COVID-19 han cerrado la ciudad de Ottawa.
“Ha sido extremadamente perturbador para los residentes locales”, dijo Solomon, y agregó que ha habido videos de manifestantes poniendo cadenas en edificios de apartamentos para que los residentes no puedan salir, y que se han capturado a personas con armas.
La presidenta de la junta de policía de Ottawa, Diane Deans, dijo que las protestas se convirtieron en una “insurrección nacional” y que en Ottawa se estableció un estado de emergencia.
El sábado la policía comenzó a desalojar a los manifestantes que habían estado bloqueando un puente en la frontera entre Estados Unidos y Canadá.
“El gobierno federal ahora tiene poderes para hacer cosas como cancelar el seguro de cualquiera de estos camiones si no se van a casa. Cancelar sus placas y registros. También congelar las cuentas corporativas”, dijo Solomon.
La policía de Ottawa y el Gobierno Federal fueron criticados por los canadienses por no hacer lo suficiente para frenar las manifestaciones que han afectado la economía con el bloqueo de cruces fronterizos.
Esta respuesta puede mostrar que el Gobierno Federal está adoptando un enfoque contundente contra la interrupción. Sin embargo, también podría dar la imagen de que Canadá es un estado policial o alimentar las críticas y protestas de que el gobierno se extralimita.
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