El Faro del Castillo del Morro de La Habana destelló en azul este domingo como homenaje al 33 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño y a los 30 años del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Cuba, según publica la agencia internacional en sus redes sociales.
“Cada año, Unicef realiza un llamado a todos los países para que iluminen en color azul monumentos y sitios icónicos, a favor de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. ¡Cuba se une a esta hermosa iniciativa!”, exclama el mensaje desde Facebook.
Aunque desde la década de los 60 Unicef apoyó a la Isla en proyectos para mejorar la inmunización, la reducción de la mortalidad infantil y otras iniciativas no fue hasta el 27 de noviembre de 1992 que inauguró de manera oficial sus oficinas en la La Habana.
Durante estos treinta años, esta agencia ha trabajado intensamente en Cuba con proyectos de colaboración en las áreas de salud, educación, agua saneamiento e higiene y en la protección de la niñez, publicaron en la web del organismo.
Ante escenarios de emergencias y desastres ha brindado apoyo al Gobierno para fortalecer sus capacidades de atención a niñas, niños y adolescentes y a las comunidades para prevenir, reducir y gestionar el riesgo de desastres e incrementar su resiliencia, incluyendo medidas para adaptarse al cambio climático y promover la sostenibilidad ambiental, a fin de garantizar su desarrollo frente al impacto de la crisis climática.
La Convención sobre los Derechos del Niño entró en vigor en Cuba el 20 de septiembre de 1991, cuando fue publicado su texto íntegramente en la Gaceta Oficial, con una declaración firmada por el Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba. De esta manera, los derechos de la niñez y la adolescencia quedaron refrendados en un cuerpo legal, según destaca la agencia en su web.