Cuando fueron condenados a varias penas de cárcel muchos de los extremistas condenados por el asalto al Capitolio mostraron frente al juez muestras de arrepentimiento. Pero ahora, cuando el mundo político se prepara para las elecciones presidenciales del año entrante, se están retractando.
Muchos creen que el Congreso debe estar lleno de “patriotas” y no “políticos”. Es el caso de Derrick Evans, un ex legislador estatal de Virginia Occidental quien hace un año manifestó ante el juez su remordimiento por defraudar a su familia y su comunidad habiendo cometido un “error crucial”.
Pero esta semana Evans se presenta como víctima de un enjuiciamiento por motivos políticos cuando aspira a un cargo en el mismo edificio en el que irrumpió el 6 de enero de 2021. Ahora llama a los enjuiciamientos del Departamento de Justicia un “error judicial” y se describe en Twitter como un “Patriota J6”, en referencia a la fecha del incidente.
“Algunas personas han dicho que necesito disculparme y condenar a #J6 si quiero ganar mi elección porque los medios me atacarán”, tuiteó recientemente después de anunciar su candidatura para un escaño en la Cámara de Representantes de Estados Unidos para 2024.
Pero “no comprometeré mis valores ni mis creencias. Eso es lo que hacen los políticos. Necesitamos patriotas, no políticos”.
Evans se suma a una serie de acusados por el asalto al Capitolio que al momento de enfrentar la posibilidad de pasar tiempo en prisión, expresaron ante la corte su remordimiento por sumarse al asalto que estremeció los cimientos de la democracia estadounidense, pero que posteriormente minimizaron los disturbios después de recibir su castigo.
Algunos acusados han provocado la ira de los jueces o del Departamento de Justicia por sus comentarios incongruentes. Pero poco puede hacer el sistema legal en el caso de un sentenciado. Y debido a que algunos conservadores presentan a los acusados del 6 de enero como mártires, existe un incentivo político y posiblemente financiero para que cambien su postura.