La Casa Blanca dio a conocer hoy martes que no tenía indicios de que los tres objetos derribados por el ejército estadounidense durante el pasado fin de semana fueran parte del programa de espionaje de China, aunque señaló las dificultades para recuperar los escombros.
“Si bien no podemos decir de manera definitiva, nuevamente sin analizar los escombros, qué eran estos objetos, hasta el momento no hemos visto ninguna indicación ni nada que apunte específicamente a la idea de que estos tres objetos eran parte del programa de globos espía [de China], o que estaban definitivamente involucrados en los esfuerzos de recopilación de inteligencia externa”, dijo el portavoz de seguridad nacional John Kirby.
De acuerdo con fuentes oficiales, no se han podido analizar los escombros porque ha sido difícil acceder a ellos, considerando las duras condiciones de los lugares en los que fueron derribados.
Cuando se le preguntó si existe la posibilidad de que los escombros nunca se recuperen, Kirby dijo: “Estamos haciendo lo mejor que podemos para tratar de localizar los escombros y luego desarrollar un plan para recuperarlos”.
Kirby había dicho el lunes que la incertidumbre de las capacidades de vigilancia de los tres objetos en el espacio aéreo estadounidense llevó a las órdenes del presidente Biden para que los militares los derribaran.
Los objetos fueron derribados por el ejército estadounidense aproximadamente una semana después de que Estados Unidos derribara un globo chino frente a la costa de Carolina del Sur.
El primer objeto fue derribado el viernes frente a la costa norte de Alaska, el segundo el sábado sobre territorio helado en el norte de Canadá y el tercero el domingo sobre el lago Huron.
Kirby advirtió que “podría pasar algún tiempo antes de que ubiquemos los escombros recuperados” y señaló que el lago Huron, donde aterrizó el objeto el domingo cuando fue derribado, es un lago profundo. También dijo que hay condiciones climáticas difíciles en los tres lugares donde cayeron los objetos.