A simple vista, la esencia del largometraje documental La otra trova (Dariel Díaz Herrería, 2022) es la historia de la canción desde los momentos fundacionales de Trinidad. Desde su estreno el pasado 13 de enero en el Teatro Caridad, críticos y espectadores coinciden en resaltar la singularidad del material, respaldado por una exhaustiva investigación y cuidadosamente construido a partir de entrevistas.
A juicio del crítico de cine Joel del Río, la obra de Díaz Herrería cumple con la esencia reveladora que debe poseer todo documental trascendente y “no solo intenta caracterizar las esencias de la trova trinitaria, sino también resumir un contexto cultural, problematizarlo, sin dejar de dilucidar ausencias y errores”.
Los caminos no se hicieron solos…
“El tema y el género, llegaron por obra del azar. De forma casual llegó a mis manos una reseña biográfica muy breve sobre Catalina Berroa, de quien solo conocía que había sido una gran profesora de piano de mediados del siglo XIX. Leyendo esos dos o tres párrafos, decidí tomar su figura como protagonista de mi audiovisual. Descubrí que aquella mulata trinitaria había sido la primera compositora de Cuba, la primera en dirigir una formación musical y una virtuosísima pianista y multinstrumentista. La idea de realizar un material de ficción sobre ella pululaba en mi cabeza. Debo confesar que me siento atraído por ese género y nunca había realizado un documental serio; pero la situación que atravesaba el país debido a la COVID-19 me hizo repensar el proyecto audiovisual como un documental”, cuenta Dariel Díaz a OnCuba.
Después de largas e infructuosas búsquedas debido al mal estado de conservación en que se encuentran muchos de los documentos históricos que atesora el Archivo Municipal de Trinidad, el realizador, recién graduado de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA), encontró lo que sería “el Santo Grial” de su investigación: una transcripción de la famosa pieza La trinitaria.
“Es la canción fundacional de la trova en esta villa, compuesta por Catalina Berroa en la década del 60 del siglo XIX y es una de las composiciones trovadorescas más antiguas del país. Partiendo del hallazgo inmediatamente visualicé el comienzo del documental: empezar con ese tema interpretado a piano y así revindicar el otrora himno de Trinidad, homenajear a Catalina y la villa de forma más general”, comenta.
Las serenatas y descargas hasta el amanecer entre músicos y bohemios distinguieron la ciudad de Trinidad de otros pueblos y ciudades de Cuba durante siglos. Ahora bien, ¿por qué una tradición tan antigua y única se está perdiendo?
“Sobre esa pregunta encausé mi tesis y mi documental. Al hacerlo, percibí que era una interrogante común entre los músicos, trovadores y pobladores; que existía una añoranza generalizada hacia las interminables noches de serenatas y descargas (noches que no conocí) y que la necesidad de revitalizar y reconocer la trova trinitaria era un pendiente de las autoridades culturales de aquí, en primer lugar, para con los trinitarios y para con Cuba toda. Partiendo de esa premisa repensé mi tesis. La trova trinitaria necesitaba un documental etnomusical, pues este tipo de películas pretende comprender y divulgar la idiosincrasia, las costumbres y tradiciones de un pueblo tomando el mundo musical como punto ilustrativo y reflejando el resultado de una investigación etnográfica, sin renunciar a la subjetividad del cine”, sostiene Díaz Herrería.
A partir de estos enfoques teóricos nació La otra trova, de 63 minutos de duración.
Revelaciones
¿Qué descubriste durante el proceso de realización? ¿Se pueden “resolver” algunos de los problemas que planteas?
Me permitió conocer a figuras descollantes de la música local como Nélida Pomares (anciana de 90 años que aún conserva una poderosísima voz reverenciada por grandes músicos de nuestra nación), a Isabel Bécquer, conocida como “La profunda”, exquisita a la hora de interpretar una canción con su guitarra y, fundamentalmente, contribuir a la preservación del legado de estas artistas y otros tantos que injustamente yacen en el anonimato.
Intentamos contribuir a la restauración del diálogo entre los trovadores y las instituciones locales, cuya falta es una de las causas de que la tradición trovadoresca en Trinidad se encuentre amenazada por la extinción.
Para conseguir estos objetivos siempre tuve presente que la narración del documental debía ser lo más diáfana y directa posible, pues el material narra hechos que en buena medida son desconocidos para el público general. La carencia de material de archivo y la imposibilidad, desde el punto de vista de la producción, de recrearlas me obligó a tomar prestadas imágenes de la película Lucía (Humberto Solás, 1968), cuya primera historia está ambientada en la Trinidad del siglo XIX. Esta decisión vino como anillo al dedo desde el punto artístico, pues considero que el antológico filme de Solás como La otra trova comparten un profundo amor y orgullo por nuestra historia nacional, aspecto que supo apreciar Joel del Río, a quien en conjunto con Jorge Luis Sánchez debo que el proceso de realización llegara a feliz término.
De igual forma, tanto el fotógrafo Yram Marrero como yo, siempre tuvimos presente que queríamos dar una imagen autóctona de Trinidad, que se alejara de los lugares comunes y los clichés turísticos que plagan cuanto documental se realiza sobre la villa en los últimos años. Tomamos como principales referentes visuales la obra de Laplante y los retratos decimonónicos, muy populares y comunes en Trinidad. Si lo conseguimos o no… el espectador dirá.
¿Colaboraron instituciones en la realización del audiovisual?
Sí. El documental en su producción contó con la colaboración de la Empresa Aldaba, EGREM-Trinidad, Artex-Sancti Spíritus, el Teatro Caridad de Trinidad y el mecenazgo de la Oficina del Conservador de Trinidad, que terminó desligando su nombre del documental.
Pero ya es historia pasada, La otra trova existe y sus verdades están siendo escuchadas y atendidas por estos días gracias a su proyección en el Teatro Caridad y la Casa de la Trova de Trinidad. Proximamente será transmitido por la televisión cubana.