Lo que se esperaba. En un país azotado por una violencia casi eterna, una enfermera estadounidense y su hija menor de edad fueron secuestradas el fin de semana en la capital, Puerto Príncipe.
La secuestrada se llama Alix Dorsainvil, trabaja en la organización de corrte religioso y sin fines de lucro El Roí Haití, dirigida por su marido Sandro Dorsainvil.
“Alix es una persona profundamente compasiva y amorosa que considera a Haití su hogar y al pueblo haitiano sus amigos y familiares”, dijo el presidente y cofundador de la entidad, Jason Brown, en un comunicado. “Alix ha trabajado incansablemente como nuestra enfermera escolar y comunitaria para brindar alivio a quienes sufren mientras ama y sirve a la gente de Haití en el nombre de Jesús”.
Un portavoz del Departamento de Estado agregó en un comunicado que está al tanto de los secuestros en Haití, y dijo: “Estamos en contacto regular con las autoridades haitianas y continuaremos trabajando con ellos y nuestros socios institucionales del Gobierno de Estados Unidos”.
El jueves el Departamento había advertido que “el secuestro es generalizado y las víctimas incluyen regularmente a ciudadanos estadounidenses”, que a menudo implican negociaciones de rescate y que las víctimas que son ciudadanos estadounidenses que han sufrido daños físicos. Sin embargo hasta este martes nadie ha revindicado el hecho.
Dorsainvil es de Middleton, New Hampshire. Asistió al Regis College en Weston, Massachusetts, que tiene un programa para apoyar la educación de enfermería en Haití.
“No me sorprende que Alex decidiera involucrarse en este tipo de trabajo de servicio”, dijo el presidente de Regis College, Toni Hays. “Ella fue increíble. Era apasionada y compasiva”.