Estudiantes cubanos de una escuela primaria en la provincia de Matanzas confeccionaron mil grullas de papel que fueron depositadas este lunes en el Monumento a la Paz de los Niños en la ciudad japonesa de Hiroshima.
El gesto tiene lugar cuando se cumplen 78 años del bombardeo atómico de Estados Unidos a esa ciudad.
Con apenas dos años, la niña japonesa Sadako Sasaki fue una de las víctimas del bombardeo atómico a la ciudad. Aunque sobrevivió al ataque, murió años después como consecuencia de la radiación.
Sin embargo, mientras convalecía en el hospital luego de ser diagnosticada con una leucemia maligna aguda, Sasaki conoció la leyenda japonesa del Senbazuru, en la que se dice que quien logre doblar mil grullas de papel recibirá un deseo de vida larga o la recuperación de una enfermedad.
La pequeña, cuentan, comenzó a hacer grullas de papel con los envoltorios de los medicamentos y con otros materiales que le traían sus compañeros de escuela. Murió el 25 de octubre de 1955, a los 12 años de edad y se asegura que había logrado doblar 1 400 grullas de papel.
“Espero que este hermoso gesto de las nuevas generaciones de cubanos y japoneses contribuya a hacer realidad el sueño de Sadako Sasaki: un mundo libre de armas nucleares”, dijo Dairon Ojeda, segundo secretario de la Embajada de Cuba en Japón.