El azúcar en todo el mundo se está comercializando a los precios más altos desde 2011, sobre todo debido a la menor oferta mundial después de que un clima inusualmente seco dañara las cosechas en India y Tailandia, el segundo y tercer mayor exportador del mundo.
Este es el último golpe para los países en desarrollo, que ya enfrentan escasez de productos básicos como el arroz y otros alimentos debido a la inflación.
Todo esto contribuye a la inseguridad alimentaria debido a los efectos combinados del fenómeno climático natural El Niño, la guerra en Ucrania y la debilidad de lmuchas monedas nacionales.
Las naciones occidentales más ricas pueden absorber los costos más altos, pero las más pobres están pasando apuros.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sis siglas en inglés) predice una disminución del 2% en la producción mundial de azúcar en la temporada 2023-24, en comparación con el año anterior, lo que se traducirá en una pérdida de alrededor de 3,5 millones de toneladas métricas, dijo Fabio Palmeri, investigador de la FAO sobre mercados mundiales de productos básicos.
El azúcar se utiliza cada vez más para biocombustibles como el etanol, por lo que las reservas mundiales de azúcar están en su nivel más bajo desde 2009.
Associated Press/OnCuba.