La segunda edición de la Liga Élite del Béisbol Cubano entra en la recta final con la única certeza de que Matanzas será uno de los cuatro equipos clasificados a los playoffs, y el amplio favorito al título.
No ganar este torneo sería un gran fiasco para un equipo en el que se unieron en los juegos ante Industriales, en el estadio Latinoamericano, tres ex Grandes Ligas, además del Jugador Más Valioso (MVP) de una final en el béisbol japonés.
Y es tan veleidoso el béisbol que después de que los Cocodrilos le ganaran seis juegos a los Leones capitalinos, con más de sesenta carreras anotadas, sufrieron 18 escones consecutivos. De nada valieron el linaje y la realeza de los yumurinos.
Por cierto, en la sexta victoria seguida ante los capitalinos, marcaron 20 carreras, y es la quinta vez que Industriales recibe una veintena de carreras o más en un partido. Según los datos de Osmany Pedraza, Sancti Spíritus les marcó 20 en 1980, Pinar del Río 24 en aquel recordado juego de postemporada en 2008, además de 21 anotadas por Granma y Cienfuegos en 2012 y 2020, respectivamente.
Otra polémica ha encendido las redes en los últimos días. ¿Por qué los jugadores de mayor caché solo llegan a Matanzas? Armando Ferrer, en declaraciones a Guillermo Rodríguez Hidalgo-Gato, aseguró que a él lo llamaban estos peloteros, y no al revés, como muchos suponían. Lo que sí es una verdad de Perogrullo es que Ferrer tiene mucho poder de gestión, aunque los encantos matanceros hagan lo suyo.
Una gran cantidad de aficionados critica la llegada de los fichajes galácticos solo a esta provincia, y comparan a Ferrer con el mediático Víctor Mesa. Pero, lo cierto es que el béisbol cubano está necesitado de jugadores con un notable expediente en ligas de mayor nivel, aunque aterricen en el declive de sus carreras.
En la mayoría de los casos, parecen sobrados en este nivel debido a la pérdida notable de nuestro béisbol en todos los aspectos de juego. A falta de una subserie para cumplir el calendario regular, Rusney Castillo presentaba una línea ofensiva (Average/Promedio de embasado/Slugging) de .360/.384/.438, aunque llamaba la atención que no había conectado ni un cuadrangular.
El que sí ha descosido, literalmente, la pelota desde su debut en el torneo es Yurisbel Gracial, quien muestra números fabulosos: 6 jonrones, 22 carreras impulsadas y 32 producidas en solo 44 veces al bate. Y ni hablar de su línea ofensiva de .477/.558/.955, con un OPS de 1.513.
El oro caso llamativo de los Cocodrilos, sin ser un jugador mediático ni mucho menos, es José Amaury Noroña, quien sumaba 3 jonrones en 111 veces al bate antes de esta justa, y ahora compila 8 en 76 turnos oficiales. Noroña tiene 20 carreras impulsadas y 35 producidas, y hasta el momento ha sido insustituible en la alineación yumurina, incluso por delante de un histórico como Ariel Sánchez, abocado a sus 2000 jits en Series Nacionales.
Quizás estos números sean el reflejo de una ofensiva que, después de 36 duelos, compila colectivamente para .321 con un OBP de .403 y un slugging de 422. Los bates matanceros están muy por encima de la media del torneo, y reafirman el maltrecho picheo de la competencia.
El cuerpo de serpentineros de Matanzas no es la octava maravilla, pero por mucho es el mejor de la justa, con el único promedio de efectividad por debajo de las cuatro carreras limpias (3.32), y el de mejor control con 3.05 boletos por juego.
La defensa ha sido su peor departamento (promedio de .966), pero no se nota, porque los números en este acápite son paupérrimos, salvo por Industriales, que defiende por encima de 970.
Armando Ferrer ha ganado a todos los niveles. En funciones de director, al frente del municipio de Matanzas en la provincial, y en un torneo de clubes campeones en 1997 (a partir de enero regresa esta competición después de 17 versiones entre 1992 y 2008, para beneplácito del deporte nacional en la base), y también en la 59 Serie Nacional.
Como coach de primera base estuvo en el cuerpo de dirección de Gerardo “Sile” Junco, en aquellos míticos Henequeneros de inicios de la década del noventa del siglo pasado. ¿Ganará en la Liga Élite de Béisbol?
Todas las papeletas apuntan a Erisbel Arruebarrena, Rusney Castillo, Dariel Álvarez y compañía. ¿Se romperá la maldición de Yordanis Samón? La banda de Élite parece que radica en la Atenas de Cuba.
Rusney Castillo no es de dar home rum,en mas de 300 veces al bate en GL solo dio 7 home rum,el problema no son los GL,el problema es que no hay pitcher.