Un monto superior a los siete millones de pesos recaudó la Empresa Eléctrica de Ciego de Ávila, tras la detección de 707 fraudes en el uso de la energía en el sector residencial.
De acuerdo con Invasor, la cifra, que corresponde al cierre de noviembre último y podría aumentar cuando se contabilice diciembre, equivale a 1805,9 megawatts. Asimismo, detalla, las pérdidas en las redes de distribución están en el orden del 14 %.
Hasta el 22 de diciembre, agrega el medio, se habían reportado otros 73 fraudes. A los infractores se les impone una multa de 500 pesos y calculan los kilowatts dejados de facturar por un período de un año, de acuerdo con los equipos eléctricos del hogar.
Luis Alberto Hernández San Blas, director comercial de la Empresa Eléctrica en la provincia, explicó que los clientes persisten en el empleo de “potentes imanes que evitan la medición en el metrocontador de toda la energía que se emplea, así como la conexión, de manera directa por acometidas, de uno o varios equipos altos consumidores para burlar ese registro”.
Por los mismos fraudes, pero en Camagüey, recuperaron un monto de más de 11 millones de pesos en agosto pasado.
El caso de los imanes infractores
Los inspectores disponen ahora de una aplicación en sus móviles capaz de detectar, aun a varios metros, cuándo se usa otro dispositivo en el contador; incluso 20 días después de retirado el imán el especialista puede descubrir el fraude eléctrico, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) el director de la Unidad Empresarial de Base Centro Integral de Atención al Cliente en Camagüey, Juan Carlos Lacaba Jofre.
El imán (una de las formas más comunes para este delito) magnetiza varios de los componentes del equipo, lo que provoca que no registre el consumo eléctrico de la vivienda de la manera correcta, explicó días atrás a la televisión cubana Mario Castillo Salas, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana.
Rastrean con una aplicación móvil el robo de electricidad en La Habana
Agregó que, en estos casos, está estipulado retirar el contador de energía y trasladarlo al laboratorio provincial, donde se realiza el análisis pertinente. De ser comprobado el fraude, se aplica una multa entre 500 y 1 500 CUP y se procede a realizar una toma de carga, que consiste en promediar el consumo real del último año para luego cobrar ese importe al usuario infractor.
Más recientemente, en noviembre, la Empresa Eléctrica de La Habana, que aplicó en octubre más de 1400 multas por este delito, estrenó el uso de esa aplicación móvil para detectar el robo de energía en el sector residencial mediante el uso de imanes.